Siete exmiembros de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) admitieron este lunes su responsabilidad en la masacre de nueve concejales del municipio de Rivera, en el departamento de Huila, hace 17 años.
En un comunicado, los excomandantes reconocieron el "execrable crimen" cometido el 27 de febrero de 2006, asumiendo el daño provocado a las familias de las víctimas con un pedido de disculpas.
"Hoy, los firmantes del Acuerdo de Paz, el antiguo Secretariado y el desaparecido Bloque Sur, reconocemos la responsabilidad por la masacre de los concejales de Rivera", dice una carta compartida por el exlíder de la organización, Rodrigo Londoño, alias 'Timochenko', en sus redes sociales.
"Es un hecho atroz que jamás debió haber ocurrido y que nos produce vergüenza. Con humildad pedimos perdón", dijo Londoño en la publicación.
Los siete firmantes exguerrilleros se dirigieron de manera directa a las esposas e hijos de los concejales asesinados, reconociendo el daño causado al entorno de las víctimas.
"Las esposas, en soledad y en medio de las terribles condiciones del país, sin oportunidades, tuvieron que hacerse cargo de las familias. Los hijos e hijas crecieron sin su apoyo, sin el afecto, con ese enorme vacío imposible de reemplazar", expresaron en un comunicado.
Firmantes
La carta está firmada por siete de los integrantes del último secretariado de las FARC. Además de Londoño, la suscriben Julián Gallo, Pablo Catatumbo, Pastor Alape, Milton de Jesús Toncel, Rodrigo Granda y Jaime Alberto Parra.
El grupo se ofreció a brindar datos a las familias sobre los acontecimientos sucedidos hace 17 años: "Queremos reiterar nuestro deseo de restablecer el proceso de reconocimiento de responsabilidades, ofrecerles los resultados de nuestra investigación que arrojará respuestas a tantos interrogantes y aportes a la verdad que ustedes, las víctimas, necesitan", señalaron.
Martha Aguirre, representante de las familias de los fallecidos, dijo a Caracol Radio que los exmiembros de las extintas FARC ofrecieron mantener una reunión con la parte afectada: "Lo que viene ahora es socializar el tema, de tal manera que las familias decidan si quieren o no escucharlos. Han sido varias las oportunidades que hemos tenido con ellos y no hemos podido tener esta verdad", consideró.