Una serie de empresas de varios sectores clave se están preparando para un posible colapso total de la red de energía en Sudáfrica, donde el pasado 9 de febrero se declaró el estado de desastre nacional para resolver la grave crisis energética que atraviesa el país, informan medios locales.
Por ejemplo, la compañía de telecomunicaciones móviles MTN ha desplegado más de 2.000 generadores para contrarrestar un mayor desbordamiento de carga y ha establecido 'salas de mando' para garantizar que los sitios críticos permanezcan operativos y que la Bolsa de Johannesburgo tenga suficiente diésel para operar durante siete días.
Paralelamente, las minas también han instalado generadores para garantizar que los mineros puedan salir a la superficie, mientras que una serie de fabricantes y minoristas de alimentos —como Tiger Brans, Pick n Pay y Dischem— se han visto obligados a gastar grandes sumas de dinero en servicios de energía de respaldo.
A pesar de que el Banco de la Reserva de Sudáfrica (SARB, por sus siglas en inglés) dijo que es poco probable que ocurra una falla generalizada de la red regional o nacional, admitió que está trabajando con el sector financiero y otras industrias para prepararse para dicho hipotético escenario.
El distribuidor de bienes de consumo Massmart concuerda con el criterio del SARB de que es poco factible que se dé un colapso total de la red, pero desde la Oficina de Investigación Económica de la nación africana consideran que la situación de la electricidad continúa siendo grave.
¿Qué está sucediendo?
"La crisis energética es una amenaza existencial para nuestra economía y tejido social", afirmó el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, ante el Parlamento durante su discurso anual sobre el estado de la nación. Asimismo, defendió que no se debe "escatimar esfuerzos" ni "permitir demoras" en la implementación de medidas.
Unos días después, la Embajada de EE.UU. en Sudáfrica emitió una alerta de seguridad aconsejando a los estadounidenses residentes en el país que se preparen con antelación para eventuales cortes de energía, incluidas las contingencias de comunicación y agua, así como que estén atentos a la delincuencia y los disturbios civiles que puedan derivar de esa situación.
Según Reuters, la crisis energética habría tardado años en gestarse, producto de los retrasos en la construcción de nuevas centrales eléctricas de carbón, la corrupción en los contratos de suministro de carbón, el sabotaje y la falta de flexibilización de la regulación para permitir que los proveedores privados pongan rápidamente a disposición las energías renovables.
En este contexto, la empresa estatal de electricidad Eskom es responsable de los peores apagones continuos registrados en años, dejando a oscuras a los hogares del país, interrumpiendo la producción en fábricas y perjudicando a empresas de todos los tamaños.