Las fuertes lluvias de la borrasca Juliette que afectan Palma de Mallorca (islas Baleares, España) originaron este martes un enorme socavón en el centro de la urbe que ha dejado al descubierto parte de una muralla del siglo XVI, informan medios locales.
Tras la aparición del agujero, que tiene un diámetro de ocho metros y seis metros de profundidad, se ha cortado el tráfico de la avenida Alemanya hacia plaza Espanya y se han desviado los vehículos hacia el túnel de General Riera y Antoni Marquès. El Ayuntamiento ha avisado sobre los hechos a Patrimonio.
El concejal de Medio Ambiente de Palma de Mallorca, Ramon Perpinyà, explicó que en esa zona circula una arteria de agua potable que se ha roto, detallando que están comprobando si la avería es la causante del socavón.
¿Qué se sabe?
Concretamente, han salido a relucir los restos de un baluarte —lugar donde se colocaban cañones— perteneciente al tercer anillo del muro, que se empezó a constuir en 1576 para hacer frente a los ataques del Imperio otomano y que luego sirvió para defenderse de los franceses e ingleses.
No obstante, el hundimiento del suelo no ha descubierto nada que no se conociera, ya que, según el historiador Gaspara Valero, "a lo largo de todas las avenidas, en el subsuelo, se encuentran los restos de la muralla", cuyo estilo está a medio camino entre gótico y renacentista.
La muralla en cuestión, que fue la última que albergó la histórica ciudad, terminó derribándose en 1912. Asimismo, se enterraron las fosas y paredes interiores, sobre las que hoy en día circulan centenares de vehículos cada día.
Por otro lado, apareció otro socavón en el paseo marítimo, por lo que tuvo que desviar temporalmente el tráfico. La Autoridad Portuaria de Baleares y el Ayuntamiento local están realizando obras para solventar el incidente, que tuvo su origen en una tubería metálica que se rompió, muy probablemente, por las lluvias.