Miles de manifestantes en Israel bloquearon carreteras, interrumpieron el movimiento de trenes y marcharon en ciudades de todo el país el miércoles como parte del "día nacional de la interrupción" contra el plan de reforma judicial del Gobierno que busca disminuir el poder del sistema judicial, recogen medios locales.
Este día coincide con la fecha en la que el comité de legislación de la Knéset planea avanzar en la revisión de la reforma propuesta, en enero, por la coalición nacionalista-religiosa del primer ministro Benjamin Netanyahu. El proyecto incluye otorgar al Gobierno una influencia decisiva en la selección de jueces y limita el alcance de la Corte Suprema para derogar leyes o fallar en contra del Ejecutivo.
Los críticos consideran que debilitaría, en gran medida, la independencia judicial, dado que Israel no tiene constitución, sino solo una comisión del Parlamento controlada por la coalición, recoge Reuters.
Los manifestantes comenzaron el día a las 8 de la mañana con protestas y marchas de padres en las escuelas, planificadas en todo el país. Se realizan también huelgas temporales en varios lugares de bloqueo de carreteras y "visitas a domicilio" en o cerca de las residencias oficiales de los legisladores y ministros.
"¡Israel no es una dictadura. ¡Democracia!" gritaban los manifestantes, ondeando banderas israelíes en las protestas de Ramat Hasharon y Tel Aviv.
En Tel Aviv, escenario de las concentraciones más significativas, la carretera principal hacia Jerusalén fue bloqueada por manifestantes que se sentaron en ella con alambres de púas. Asimismo, impidieron que los pasajeros subieran y bajaran de los trenes en las estaciones.
La Policía de la ciudad a caballo intentaba detener con granadas paralizadoras y cañones de agua a los manifestantes que rompían las barricadas, mientras el tráfico se acumulaba. Al menos 39 personas han sido detenidas en varias protestas de la región central.
"Estamos en contra de este golpe y de la dictadura. Israel no será una dictadura", expresó un manifestante, citado por la prensa local.
La Policía de Israel también se estaba preparando, recopilando inteligencia sobre los planes de los organizadores y aumentando las fuerzas en un intento por minimizar la interrupción del orden público. En un comunicado, el organismo dijo que mostraría "tolerancia cero hacia la interrupción del orden, el daño a la propiedad y los símbolos del Gobierno".
"Estoy a favor de la protesta democrática, pero no permitiré que la rebelión civil y los anarquistas bloqueen las vías principales. Necesitamos asegurarnos de que los ciudadanos de Israel puedan continuar con sus días. Di instrucciones a la policía para que abra todas las carreteras si están bloqueadas", sostuvo el ministro de Seguridad Nacional, Ben Gvir.
"Salimos de la Knéset y vinimos aquí hoy porque si hay una lucha entre el Gobierno y el pueblo de Israel estamos del lado del pueblo de Israel", expresó el jefe de la oposición y presidente de Yesh, Yair Lapid, en una manifestación e instó a la policía a que "ignore el peligroso e irresponsable" intento del ministro Ben Gvir de "provocar más violencia y más anarquía".