El acuerdo internacional sobre el transporte de granos desde puertos del mar Negro no funciona porque Occidente sabotea las condiciones estipuladas en la parte rusa del pacto, ha declarado este jueves el Ministerio de Exteriores ruso.
"Nos vemos obligados a constatar que el acuerdo en paquete propuesto por [el secretario general de la ONU António] Guterres y firmado en Estambul el 22 de julio de 2022 no funciona. El principal problema es el sabotaje de los países occidentales al memorando entre la ONU y Rusia. Es evidente que a EE.UU. y Europa no les importan las necesidades de los países necesitados, ni los esfuerzos de la ONU, a la que llevan mucho tiempo persistentemente intentando convertir en una herramienta obediente al servicio de sus objetivos políticos", señaló la Cancillería rusa en una declaración.
"Se silencia sin remordimientos el hecho de que Kiev sigue bloqueando la reanudación del ducto de amoníaco Togliatti-Odesa por razones puramente políticas", agregó el Ministerio ruso en el comunicado, refiriéndose a que no se cumplen las disposiciones estipuladas en ambos acuerdos de Estambul.
La cartera diplomática asegura que el tránsito de amoníaco podría haber comenzado al mismo tiempo que las exportaciones ucranianas de alimentos. "Pero ni a los ucranianos ni a los occidentales les preocupa en absoluto que 2,5 millones de toneladas de materias primas, suficientes para producir 7 millones de toneladas de fertilizantes para alimentar a 200 millones de personas, no se exportaran al mercado mundial como resultado de tales acciones", reza el texto.
El Ministerio indicó que lo que sí se está cumpliendo es la parte del acuerdo sobre la exportación de los cereales ucranianos y denunció que su formato está "muy lejos de los objetivos humanitarios declarados".
"De hecho, se trata de que se da servicio a las exportaciones comerciales de granos de Ucrania", recalcó.
Desde el 1 de agosto de 2022 se han transportado más de 23 millones de toneladas de lo que son principalmente maíz y cereales forrajeros (el 70 %) a los países de renta alta (que recibieron el 47 % del total), sobre todo la UE, y a aquellos con ingresos por encima de la media (que recibieron el 34 %). Mientras que la proporción de entregas a los países necesitados disminuye constantemente y se sitúa en el 2,6 %, precisó la Cancillería.
A su vez, recordó que tanto Ucrania como sus socios occidentales siguen acusando infundadamente a Rusia de incumplir con sus obligaciones y "de usar el hambre como arma", al tiempo que "exigen con descaro que se amplíen los parámetros de la iniciativa del mar Negro".
"Es hora de dejar de jugar la carta alimenticia. La mayor parte del grano ucraniano va a precios de 'dumping' a la UE, no a los Estados más pobres. Las exportaciones agrícolas de Rusia están flagrantemente obstruidas, por mucho que Europa y EE.UU., acostumbrados a decir falsedades, intenten convencer a todo el mundo de lo contrario. Occidente entierra sin escrúpulos el paquete humanitario del secretario general de la ONU", resume el Ministerio ruso.
- Este mes expira la prórroga del pacto del transporte de granos, que fue extendido por última vez el pasado 19 de noviembre por 120 días. Antes de aceptar su última prolongación, Moscú ya denunció que parte de los compromisos asumidos por la ONU, que incluye la exportación de productos agrícolas y fertilizantes rusos, no había sido cumplida.
- Rusia suspendió su participación en el pacto sobre el transporte de grano desde los puertos ucranianos a finales de octubre pasado, tras un ataque lanzado por Kiev contra buques militares y barcos civiles rusos en la bahía de Sebastopol (Crimea). Sin embargo, a inicios de noviembre Moscú reanudó la implementación de dicho acuerdo, luego de que la diplomacia turca consiguiera las garantías necesarias por parte de Ucrania.