La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) rechazó los ensayos clínicos en humanos del implante cerebral de la empresa de dispositivos médicos Neuralink, del empresario Elon Musk, reportó este jueves Reuters, con referencias a siete empleados actuales y antiguos de la compañía y familiarizados con el asunto.
Así, la FDA expuso docenas de problemas que Neurolink tendría que resolver antes de realizar pruebas en seres humanos, señalaron los informantes.
En concreto, uno de los principales motivos de preocupación de la administración es la posibilidad de que los diminutos hilos del dispositivo, que transportan los electrodos, pudieran migrar a otras zonas del cerebro. La empresa ha intentado resolver el problema mediante ensayos en docenas de cerdos, señalan las fuentes.
En este contexto, Victor Krauthamer, exfuncionario de la FDA durante tres décadas, afirmó que los cables que migran pueden provocar inflamación, alterar el funcionamiento de zonas críticas del cerebro y romper vasos sanguíneos. El problema también puede reducir la eficacia del dispositivo, lo que conlleva el riesgo de una extracción quirúrgica, según Krauthamer y otros expertos.
Asimismo, la FDA tiene preocupaciones por un novedoso sistema de carga con baterías de litio que pueden recargarse a distancia. De acuerdo con tres expertos en implantes cerebrales, si falla algún componente del dispositivo conectado a la corriente de la batería, esta podría dañar el tejido cerebral.
La FDA se preguntó además si el dispositivo podía retirarse sin dañar el tejido cerebral y señaló preocupaciones de que el dispositivo podría sobrecalentarse y también provocar daños, escribe Reuters.
Un año después del rechazo de la FDA, Neuralink sigue trabajando para resolver las dudas de la agencia. Tres miembros del personal se mostraron escépticos sobre la capacidad de la empresa para solucionar rápidamente los problemas.