Estados Unidos y Corea del Sur han estado agitando la situación en la península de Corea hasta un "nivel extremadamente peligroso", con una retórica amenazante y una manifestación militar que apunta a Corea del Norte, denunció el viceministro de Exteriores norcoreano, Kim Son-gyong.
En un comunicado publicado en la web de la agencia estatal KCNA, el alto funcionario llamó la atención sobre los ejercicios aéreos realizados por Washington y Seúl en el mar Amarillo el 3 de marzo, en los que figuraron equipos como el bombardero estratégico B-1B y el avión de ataque no tripulado MQ-9 Reaper. Previamente, ambas naciones realizaron un "ejercicio de disuasión extendida" que simuló el uso de armas nucleares contra Corea del Norte e incluso emitieron un comunicado de prensa pidiendo el "fin del régimen" de Pionyang, indicó Kim Son-gyong.
"EE.UU. y Corea del Sur no han ocultado el hecho de que están llevando a cabo ejercicios de operaciones especiales destinados a ataques sorpresa contra las principales bases estratégicas en la República Popular Democrática de Corea", acentuó.
Ante esa "escalada irresponsable" de tensiones en la región que está moviendo la situación "en una dirección muy preocupante", el viceministro criticó a la ONU, por guardar silencio sobre las "obvias violaciones de la soberanía" y las "beligerantes manifestaciones de fuerza" que buscan acabar con un Estado soberano.
Este tipo de acciones que empeoran la situación regional "son un claro indicio de las razones de la continuación del círculo vicioso en la península coreana", manifestó.
Kim Son-gyong llamó a la ONU y a la comunidad internacional a exigir enérgicamente el cese inmediato de las acciones provocadoras y de los ejercicios militares liderados por EE.UU. Ese sería "el primer paso hacia el alivio sostenible de las tensiones" en la región, "que la comunidad internacional desea tan desesperadamente", manifestó.
El comunicado se publicó pocas horas después de que Pionyang responsabilizara a Washington del colapso del sistema global de control de armas. Gracias a la expansión militar de Washington, la península de Corea se está convirtiendo en el "polvorín y campo de entrenamiento militar más grande del mundo".
El viernes, Corea del Sur y EE.UU. anunciaron que realizarán ejercicios militares conjuntos a gran escala que durarán casi dos semanas a partir del 13 de marzo. Indicaron que dichas maniobras se centrarán en aspectos como el "cambiante entorno de seguridad, la agresión de Corea del Norte y las lecciones aprendidas de guerras y conflictos recientes".