Escocia se ha convertido en el primer lugar del mundo que prohíbe el uso del gas anestésico desflurano debido a su impacto nocivo en el medio ambiente.
"Utilizado para dormir pacientes durante una cirugía, el desflurano tiene una vida útil atmosférica de 14 años y un potencial de calentamiento global 2.500 veces mayor que el dióxido de carbono", explica en un comunicado el Servicio Nacional de Salud escocés (NHS, por sus siglas en inglés). Según el organismo, si se dejara de usar en los hospitales del sistema nacional de salud, se evitarían emisiones equivalentes a las de 1.700 hogares cada año.
El trabajo, que fue dirigido por médicos que se han alejado del uso de desflurano a alternativas clínicamente apropiadas y seguras con un impacto menor en el medio ambiente, se trata de la primera acción del Programa Nacional de Quirófanos Verdes del Gobierno escocés, que será lanzado formalmente en la primavera para identificar áreas donde los quirófanos pueden volverse más amigables con el medio ambiente.
"Programas como este son clave en nuestra transición para convertirnos en un servicio de salud neto cero, al tiempo que garantizamos que la seguridad del paciente sigue siendo el centro de cada decisión clínica", dijo Humza Yousaf, secretario del Gabinete de Salud y Atención Social de Escocia.
Kenneth Barker, líder clínico del programa, explicó que "los quirófanos son áreas con alto contenido de carbono y energía que producen grandes volúmenes de desechos, por lo que reducir su impacto ambiental marcará una diferencia positiva para lograr los objetivos netos cero de Escocia".
"Además de los beneficios ambientales, se espera que el programa reduzca los costos que pueden reutilizarse para mejorar la experiencia del paciente", agrega el NHS.