Activistas medioambientales del grupo Letzte Generation (Última Generación) rociaron este martes la sede del Ministerio Federal de Transporte de Alemania en Berlín con agua y un líquido naranja.
Los activistas regaron con un líquido naranja la fachada del edificio desde un vehículo con distintivos de bomberos y tecnología de extinción de fuegos. Según las primeras investigaciones, posiblemente sea un vehículo de alquiler.
Según indicó un portavoz del grupo este martes, la acción buscaba darle una "ducha fría" al ministro de Transporte, Volker Wissing, por bloquear "la protección del clima para toda Europa", después de que el funcionario afirmara que Alemania no podía aceptar una prohibición general de los motores de combustión en el momento actual.