Una mujer ha sido arrestada por segunda vez por rezar en silencio frente a una clínica de abortos, ubicada en la ciudad de Birmingham, Reino Unido, pocas semanas después de haber sido absuelta de los mismos cargos.
Este lunes, Isabel Vaughan-Spruce, directora del grupo antiaborto March for Life UK, fue acusada por un oficial de la Policía de cometer una "ofensa" contra una Orden de Protección de Espacios Públicos (PSPO, por sus siglas en inglés) que prohíbe cualquier protesta por "medios gráficos, verbales o escritos, oración o consejería".
En el momento del incidente, los agentes le solicitaron a la mujer que abandone "la zona de exclusión" que se extiende alrededor de la clínica. Sin embargo, Vaughan-Spruce se negó a cumplir con las órdenes, alegando que "no protesta" y "no participa en ninguna de las actividades prohibidas".
"Pero usted ha dicho que está rezando, que es el delito", insistió el policía, a lo que ella respondió que se trata de una "oración silenciosa". "Pero la gente sabe quién es y saben por qué está aquí. Y es su percepción de los eventos, ¿no?", le dijo el oficial.
Tras la discusión, Vaughan-Spruce afirmó a los agentes que entendía que sería multada y arrestada si no salía del área restringida, pero se negó a aceptar que sus actos pudieran considerarse como un gesto ofensivo. A continuación, la mujer fue detenida por seis aguaciles.
La versión de la Policía
La Policía del condado de West Midlands confirmó el arresto de una mujer de 45 años que se produjo bajo sospecha de violación de una PSPO luego de las quejas de la ciudadanía. "Se le aconsejó a la mujer que abandonara el área y se negó, antes de recibir un aviso de sanción fija. Cuando se negó a irse de nuevo, fue arrestada", explicó el organismo. "Ahora ha sido puesta bajo fianza mientras se toman declaraciones de los residentes y personas que trabajan en el área", precisó.
Según la Policía, la Orden de Protección de Espacios Públicos sirve para "proteger a las mujeres del acoso por cualquier medio si buscan un procedimiento médico o asesoramiento en una clínica de aborto". "Es nuestro papel hacer cumplir la PSPO y tranquilizar a los que fue diseñada para proteger", aseveró.
Sin embargo, Elyssa Koren, directora de comunicaciones legales de ADF International, una organización benéfica comprometida con la protección de la libertad de expresión, calificó de "indignante" el hecho de que Vaughan-Spruce "haya sido arrestada por el mismo acto (oración pacífica y completamente silenciosa) por el cual fue absuelta el mes pasado". "Su segundo arresto muestra el estado de inseguridad jurídica masiva que engendran las zonas de censura", destacó Koren.
"No podía dejar de pensar en mujeres vulnerables"
La propia Vaughan-Spruce decidió aclarar la situación y exponer su punto de vista sobre el incidente. "Hace solo tres semanas, el tribunal dejó en claro que mis oraciones silenciosas no eran un delito", recordó la mujer en una declaración a través de sus representantes legales, ADF UK.
"Y, sin embargo, nuevamente, he sido arrestada y tratada como una criminal por tener exactamente los mismos pensamientos en mi cabeza, en el mismo lugar", destacó la activista, señalando que "la ambigüedad de las leyes que limitan la libertad de expresión y de pensamiento" conduce a "una confusión abyecta, en detrimento de importantes derechos fundamentales. Nadie debería ser criminalizado por sus pensamientos", agregó.
En paralelo, la mujer explicó que llevaba 19 años, "orando y ofreciendo ayuda a las mujeres, frente a las instalaciones de aborto", que querían evitar la interrupción del embarazo. "En el año 2020, me encontré en juicio penal por hacer lo que siempre había hecho", dijo.
"Permítanme ser clara: estaba practicando lo que había hecho regularmente durante la mayor parte de mi vida adulta. No podía, en buena conciencia, dejar de preocuparme activamente por las mujeres vulnerables que enfrentan el aborto", sostuvo Vaughan-Spruce, precisando que "para cumplir con las nuevas reglas", dejó de repartir folletos informativos para las mujeres en situaciones críticas y el día de su arresto, incluso se aseguró "de ir a la clínica fuera de su horario de atención, para que no hubiera nadie".
"Solo recé en silencio, en mi cabeza", aseguró. "Seguramente esto nunca podría ser ilegal en una sociedad democrática, razoné", reiteró la mujer, exponiendo su postura sobre la importancia de poder mantener informadas a las mujeres sobre su propia salud y darles la oportunidad de decidir sobre su futuro.
Según sus palabras, las nuevas prohibiciones adoptadas por las autoridades "eliminan opciones para las mujeres". "¿Quién es el Estado para determinar qué información puede querer tener al tanto antes de tomar una decisión tan importante en su vida? Por favor, no sea condescendiente con las mujeres alegando que son demasiado sensibles para escuchar cualquier información alternativa a la que se vende en una clínica", concluyó.