En Tbilisi, manifestantes rompieron bancos y armaron barricadas con ellos, tratando de resistirse a las fuerzas del orden, que utilizan cañones de agua, gases lacrimógenos, balas de goma y granadas aturdidoras para dispersar a la multitud, que protesta contra el proyecto de ley sobre agentes extranjeros.
Las movilizaciones en Georgia continúan por segundo día consecutivo. Los manifestantes intentaron asaltar el Parlamento, pero tras enfrentamientos con la Policía las protestas se alejaron del edificio legislativo y continuaron por las calles de la capital georgiana.
La indignación pública se debe a la aprobación este martes, en primera lectura, del proyecto de la ley sobre agentes extranjeros, que pretende restringir las actividades de organizaciones financiadas con fondos de otros países.