El Parlamento de Georgia votó este viernes en sesión plenaria en contra del proyecto de ley sobre agentes extranjeros, que desató protestas multitudinarias en la capital del país esta semana.
La sesión transcurrió en cuestión de minutos, sin ningún comentario. Los diputados georgianos no lograron aprobar el polémico proyecto de ley 'Sobre la transparencia de la influencia extranjera', que contó con un voto a favor, 35 en contra y 58 abstenciones.
Durante la votación, una multitud volvió a congregarse frente al edificio del Parlamento.
Las protestas, iniciadas después de que el Parlamento aprobara en primera lectura el proyecto de ley sobre agentes extranjeros, continuaron por tercer día consecutivo hasta este jueves. Tras los intentos de asaltar el edificio legislativo y varios enfrentamientos de los manifestantes con las fuerzas del orden, las autoridades georgianas atendieron las dos principales demandas planteadas por la oposición: retiraron del Parlamento el proyecto de ley y liberaron a la mayoría de los manifestantes detenidos.
A pesar de que los legisladores anunciaron la retirada del proyecto de ley este jueves, en Tbilisi, miles de personas seguían mostrando su descontento con la gestión del Gobierno. Los manifestantes han presentado nuevas demandas a las autoridades, exigiendo la dimisión del Gobierno y la convocatoria a elecciones parlamentarias anticipadas.
Durante las protestas se ondeaban banderas de Georgia, la UE, EE.UU. y Ucrania. Además, en la movilización de este jueves quemaron la bandera rusa y cantaron el himno ucraniano, mientras gritaban lemas nacionalistas ucranianos. Asimismo, se escucharon personas coreado "Sujumi", el nombre de la capital de Abjasia, donde están estacionadas las fuerzas rusas de mantenimiento de la paz. Mientras que países como Rusia, Venezuela o Siria, entre otros, reconocen a Abjasia como Estado soberano, Georgia y una amplia variedad de otras naciones la consideran una república autónoma que forma parte del territorio georgiano.
"Calificada falsamente de 'ley rusa'"
Las autoridades de Georgia han reiterado que el proyecto de ley "ha sido calificado falsamente de 'ley rusa' y su aprobación en primera lectura se ha presentado a los ojos de una parte de la opinión pública como una desviación del rumbo europeo".
En este contexto, el portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, reiteró este viernes que el proyecto de ley sobre agentes extranjeros "no tiene nada que ver con Rusia, ni en el fondo ni en la forma", sino que fue iniciado por las propias autoridades georgianas. El vocero destacó que alguien está tratando diligentemente de añadir "elementos antirrusos" a lo que está ocurriendo, y Moscú vigila de cerca y con preocupación esta situación, que podría derivar en "provocaciones".
"Vemos qué decisiones tomaron las autoridades. Vemos que el proyecto de ley fue retirado de la discusión", constató Peskov. Al mismo tiempo, aseguró que se ve que está involucrada una mano "que no se puede calificar de invisible, es visible". "Vemos desde dónde la presidenta de Georgia se dirige a su pueblo. No es desde Georgia que ella se dirige a los georgianos y a las georgianas. Está hablando desde EE.UU.", destacó Peskov.
Esta semana, en medio de las protestas, la presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, que se encuentra de visita oficial en EE.UU., grabó un mensaje en el que expresó su apoyo a los manifestantes: "Estoy aquí, en Nueva York, y detrás de mí está la Estatua de la Libertad. Es un símbolo por el que Georgia siempre ha luchado. Estoy junto a ustedes porque son quienes representan hoy a la Georgia libre", declaró la mandataria.
Apoyo de Occidente
El vocero del Departamento de Estado de EE.UU., Ned Price, había expresado que Washington se encuentra preocupado por la aprobación del proyecto de ley, calificándolo como "un tremendo retroceso en las aspiraciones del pueblo de Georgia y en la posibilidad de que EE.UU. siga siendo un socio para el pueblo de Georgia".
"Cualquiera que vote a favor de este proyecto de ley sería responsable en parte de poner en peligro esas mismas aspiraciones euroatlánticas del pueblo de Georgia. No queremos que eso ocurra", indicó el portavoz.
Asimismo, el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, subrayó que el proyecto de la ley es "incompatible con los valores y normas de la UE". Indicó que "va en contra del objetivo declarado de Georgia de adherirse a la UE, apoyado por una gran mayoría de ciudadanos georgianos", por lo que su adopción final podía tener "graves repercusiones" en sus relaciones.
¿De qué se trata la ley sobre agentes extranjeros?
En febrero se presentaron dos versiones del proyecto de ley sobre agentes extranjeros: una 'georgiana' y otra 'estadounidense'. Este martes el Parlamento de Georgia aprobó en primera lectura el proyecto 'georgiano' de la ley, con 76 votos a favor y 13 en contra.
La versión 'georgiana' prevé que las organizaciones sin fines de lucro y los medios de comunicación reciban el estatus de agentes de influencia extranjera si más del 20 % de sus ingresos proviene del extranjero. Tales organizaciones deben someterse a un registro obligatorio, y si se niegan a hacerlo serán multados. Además, el Ministerio de Justicia tendrá derecho a iniciar una investigación en su contra.
Por su parte, la versión 'estadounidense' de la iniciativa es básicamente la traducción de la Ley de Registro de Agentes Extranjeros de EE.UU. (FARA), aprobada en 1938. Esa normativa establece la condición de agente extranjero no solo para los medios de comunicación y las organizaciones no gubernamentales, sino también para otras personas jurídicas y físicas. Las infracciones (retrasar el registro o rechazarlo) están sujetas no solo a sanciones administrativas, sino también penales: las personas pueden enfrentarse a penas de prisión de hasta cinco años.
La versión 'estadounidense' de la ley fue presentada al Parlamento georgiano después que la oposición criticara el primer proyecto, el 'georgiano', diciendo que se basaba en la ley rusa sobre agentes extranjeros. El objetivo era mostrar cuánto más dura es la versión 'estadounidense'.