Salton, Aurora y Garibaldi, las tres importantes bodegas de Brasil que usaron mano de obra en condiciones consideradas de esclavitud, pagarán una indemnización de siete millones de reales (1,35 millones de dólares) en concepto de reparación por los daños causados a los trabajadores.
Según el acuerdo firmado con el Ministerio Público del Trabajo (MPT), dos millones serán destinados a los trabajadores y los cinco restantes invertidos en entidades, fondos o proyectos destinados a erradicar prácticas similares.
El caso estremeció a la sociedad cuando se conoció que estas tres bodegas, emblemáticas de la pujante industria vitivinícola del sur de Brasil, se habían servido para sus cosechas de más de 200 agricultores que fueron rescatados por las autoridades en condiciones "degradantes", semejantes a la esclavitud, en Bento Gonçalves, en el estado de Rio Grande do Sul, fronterizo con Argentina y Uruguay.
La mano de obra fue suministrada por una empresa de trabajo temporal, Fénix Serviços, que está bajo investigación y se negó a firmar el acuerdo. Su propietario, el empresario Pedro Augusto Oliveira de Santana, fue detenido, pero liberado tras pagar una fianza y una indemnización a los trabajadores de 1,1 millones de reales (unos 200.000 dólares) por concepto de rescisión del contrato.
Un paso para "reparar el daño"
El acuerdo "es un paso más para reparar el daño a los trabajadores temporales, además de asegurar el compromiso de la empresa con medidas permanentes para promover condiciones de trabajo dignas y seguras", dijo la bodega Aurora, considerada la mayor de Brasil, en un comunicado difundido por la prensa.
Garibaldi expresó, por su parte, "su repudio al episodio y la solidaridad con las víctimas" y se comprometió a mejorar la política de contratación externa para que una situación así "jamás se repita".
La mayoría de los trabajadores eran del estado de Bahía y se desplazaron al sur para recoger la uva con promesas de alojamiento, comida y un salario superior a 3.000 reales (unos 570 dólares).
Sin embargo, nada más llegar, se les obligó a pagar por el lugar donde dormían.
Por el acuerdo, las tres bodegas asumen un total de 21 obligaciones, entre ellas la supervisión de las condiciones de los trabajadores, so pena de una multa de 300.000 reales (casi 60.000 dólares) por irregularidad.
Brasil fue el último país del continente americano es abolir la esclavitud, en 1888, pero cada año las autoridades rescatan a miles de trabajadores explotados en condiciones extremadamente degradantes.
Solo en 2022, fueron rescatadas de condiciones análogas a la esclavitud 2.575 personas, la mayoría de la comunidad negra.
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