El director ejecutivo de Silicon Valley Bank (SVB), Greg Becker, vendió 3,6 millones de dólares en acciones de la empresa matriz SVB Financial Group, aproximadamente dos semanas antes de que el banco anunciara la pérdida de 1.800 millones de dólares que terminó por desencadenar su bancarrota, informó este sábado Bloomberg, citando documentos de la Comisión de Bolsa y Valores de EE.UU. (SEC, por sus siglas en inglés).
El pasado 27 de febrero, un fideicomiso propiedad de Becker se encargó de vender 12.451 acciones de la entidad bancaria por un costo de 287 dólares cada una. También ese mismo día, el CEO de SVB adquirió la misma cantidad de acciones mediante opciones por un monto de 1,3 millones de dólares.
Las transacciones fueron programadas el 26 de enero de este año mediante una disposición establecida en 2000 por la SEC que permite planificar la venta de acciones en una fecha predeterminada, con el fin de evitar sospechas de negociaciones con información privilegiada.
No obstante, algunos analistas comentaron que la normativa, denominada plan 10b5-1, presenta algunas deficiencias, incluyendo la falta de períodos de reflexión obligatorios (tiempo estipulado para que las ventas de las acciones no se lleven a cabo después de ser programadas). Por su parte, el presidente de la SEC, Gary Gensler, destacó que los ejecutivos abusaron potencialmente del plan 10b5-1, por lo que la propia agencia propuso nuevas reglas para el programa.
Un portavoz del banco regional del Sistema de la Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés), citado por Reuters, comunicó que Greg Becker ya no formaba parte de la junta directiva de esta. Entre 2014 y 2017, Becker se desempeñó como presidente de la organización Silicon Valley Leadership Group, además de haber sido miembro del grupo de asesores en economía digital del Departamento de Comercio de EE.UU.
SVB, que es considerado el decimosexto banco más grande del país norteamericano, colapsó este viernes después que los depositantes, en su mayoría relacionados con el sector de la tecnología y empresas respaldadas por capital de riesgo, retiraran su dinero, a medida que se extendía la preocupación por la crisis que atravesaba la entidad bancaria.