Un niño de 4 años murió luego de dispararse accidentalmente con una pistola que encontró en su casa, en la ciudad de Kissimmee, en Florida (EE.UU.), según registros judiciales citados por el diario Orlando Sentinel.
El padre de Michael Bragg Jr. estaba dormido cuando un disparo lo despertó en la mañana del jueves y vio a su hijo con una herida en la cara. El pequeño fue tratado en un hospital por una lesión de bala en medio del rostro y poco después se declaró su muerte.
Michael Bragg padre afirmó no saber con certeza qué había sucedido e inicialmente negó que hubieran armas de fuego en su casa. Tras cambiar varias veces su versión, confesó que portaba una para protegerse. Durante un registro de la casa, se encontró en un maletín una pistola de 9 mm y otra Glock 22; esta última parecía tener rastros de sangre.
Finalmente, el hombre, de 32 años, fue arrestado el viernes y enfrenta un cargo por posesión de un arma de fuego como delincuente convicto. Un juez le negó la fianza porque ya se encontraba en libertad condicional en relación con un cargo de huida y elusión en el condado de Orange (Florida).