Reino Unido está "fortificando" su defensa, centrándose en "la amenaza rusa y china", según declaró el primer ministro británico, Rishi Sunak, al presentar las inversiones en defensa actualizadas.
Sunak presentó este lunes un aumento de 5.000 millones de libras (unos 6.000 millones de dólares) en el gasto militar, según un comunicado de prensa publicado en el sitio web oficial del Gobierno.
Entre las prioridades a las que se destinarán los fondos figuran "reponer y reforzar las reservas vitales de munición", así como modernizar "el sector nuclear del Reino Unido".
El primer ministro dijo también que fijaría la "ambición" de aumentar el gasto británico en defensa hasta el 2,5 % del producto interior bruto, desde el 2 % actual, como parte de un impulso más amplio para aumentar la financiación de la OTAN.
Exportaciones récord a Taiwán
El año pasado, Reino Unido aumentó las exportaciones de piezas de submarinos a Taiwán, informa Reuters. El valor de las licencias concedidas por el Gobierno británico a empresas para exportar componentes y tecnología de submarinos a Taipéi alcanzó la cifra récord de 167 millones de libras esterlinas (unos 202 millones de dólares) en los nueve primeros meses del año pasado, más que en los seis años anteriores juntos.
Además, funcionarios familiarizados con el asunto dijeron a Reuters que el aumento de las licencias refleja la mayor voluntad británica de apoyar a Taiwán y equivale a una luz verde para equiparla mejor. Sin embargo, la agencia no especifica qué empresas recibieron los permisos ni detalló qué equipos concretos abarcaba.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores chino advirtió que "se trata de una grave violación del principio de una sola China", pues socava "la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán".
"China está extremadamente preocupada por ello y se opone firmemente", afirmó el organismo en una declaración escrita, en la que pedía a Londres que "se abstenga de proporcionar apoyo militar a las autoridades taiwanesas".
El anuncio de Sunak se produce en medio de una ola de manifestaciones de trabajadores de varios sectores en Reino Unido, que exigen mejoras de las condiciones laborales. En concreto, reclaman en que los salarios sean aumentados de acuerdo con la tasa de inflación, que ya supera el 10 % interanual.