Politico: "La unidad militar entre EE.UU. y Ucrania se está agrietando lentamente"

En Washington son cada vez más las voces que expresan su escepticismo sobre el uso del tesoro estadounidense para apoyar a Kiev, más aún cuando se avecina una nueva elección presidencial.

El presidente de EE.UU., Joe Biden, prometió ayudar a Ucrania durante "el tiempo que sea necesario", pero tras más de un año del inicio de la operación militar especial de Rusia, existen crecientes desacuerdos entre Washington y Kiev sobre sus objetivos, lo que hace presagiar posibles focos de tensión sobre cómo y cuándo terminará el conflicto, informa el periódico estadounidense Politico.

Según el medio, que cita a fuentes con conocimiento del tema, uno de los puntos de fricción es la estrategia ucraniana adoptada en la ciudad de Artiómovsk (conocida como Bajmut en Ucrania), que se encuentra rodeada por las tropas rusas. Kiev se ha negado a retirarse de esa urbe y ha atrincherado a sus fuerzas, incluso a un costo tremendo.

Muchos funcionarios del Gobierno de EE.UU. están preocupados de que Kiev esté usando demasiados efectivos y municiones en Artiómovsk, lo que podría socavar su capacidad de llevar a cabo una gran contraofensiva en las próximas semanas. "Ciertamente no quiero descartar el tremendo trabajo que los soldados y dirigentes ucranianos han realizado para defender a Bajmut, pero creo que tiene más un valor simbólico que un valor estratégico y operativo", dijo el secretario de Defensa de EE.UU., Lloyd Austin.

¿Malagradecidos?

También ha habido frustración por el suministro de armas. Washington ha enviado una gran cantidad de armas y equipos militares al frente, pero Kiev siempre exige mucho más. Aunque la mayoría en el Gobierno estadounidense ha sido compresiva, también ha habido quejas sobre las constantes solicitudes y, en ocasiones, el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, ni siquiera ha mostrado la gratitud adecuada, afirmaron al medio dos funcionarios de la Casa Blanca

Aunque el apoyo a Ucrania ha contado con el beneplácito de los congresistas demócratas y republicanos, un pequeño pero creciente número de legisladores y funcionarios de Washington ha comenzado a expresar su escepticismo sobre el uso del tesoro estadounidense para apoyar a Kiev en un conflicto del que no se vislumbra el final, más aun teniendo en cuenta que se avecina una nueva elección presidencial, señala Politico.