El expresidente Jair Bolsonaro notificó a la Policía Federal (PF) que está dispuesto a testificar en el caso de las lujosas joyas que Arabia Saudita le regaló a él y a la exprimera dama, Michelle, parte de las cuales ingresaron ilegalmente, sin declarar, en territorio brasileño.
Según el diario Folha de Sao Paulo, la defensa de Bolsonaro –quien se encuentra en EE.UU. desde antes de la toma de posesión del presidente Luiz Inácio Lula da Silva– envió el lunes un documento a la Comisaría de Delitos contra el Tesoro de Sao Paulo diciendo que el exmandatario comparecería "de forma espontánea" y que se "pone a plena disposición" para el "esclarecimiento de la verdad real".
Además, según el documento, el mandatario pide que las joyas que sí logró logró ingresar "sean depositadas en el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU)" hasta que se determine su "correcto destino". Hace días, el TCU determinó que el exmandatario no puede ni vender ni usar esos regalos.
En ningún momento, Bolsonaro "pretendió beneficiarse o tener para sí bienes que pudieran, de alguna forma, ser considerados públicos", agrega el documento.
Un escándalo más para Bolsonaro
Este caso es uno más en la lista de espinosos frentes abiertos que deberá afrontar Bolsonaro a su vuelta a Brasil -para lo que no hay todavía fecha-, entre ellos, las investigaciones sobre su presunta responsabilidad en los violentos ataques a las sedes de Brasilia por parte de sus partidarios radicales, o en la crisis humanitaria que viven los indígenas yanomami ante el avance de la depredadora industria de la minería ilegal durante su gobierno.
El escándalo de las joyas saltó cuando un periódico reveló que, en octubre de 2021, un collar, un anillo, un reloj y un par de pendientes de diamantes fueron incautados a un funcionario en el aeropuerto internacional de Sao Paulo- Guarulhos. Todo está valorado en 3,2 millones de dólares.
Desde entonces, el anterior Gobierno intentó en al menos ocho ocasiones hacerse con ellas. La última vez fue el 28 de diciembre, dos días antes de que Bolsonaro abandonara el gobierno, cuando a través de un funcionario, el exmandatario mandó una carta al Fisco Federal para solicitar que los regalos fuesen enviados a Presidencia.
Después, el diario O Globo afirmó que hubo un segundo paquete –que contendría un reloj, un bolígrafo, unos gemelos, un anillo y una rosario– que sí burló las aduanas sin pagar impuestos y que estaría en posesión de Bolsonaro.
Exministro declara
La trama podría dar un nuevo giro este martes, cuando está previsto que declaren ante la PF el exministro de Minas y Energía, Bento Albuquerque, y el funcionario al que le fueron incautadas las joyas.
Ambos integraban la comitiva que viajó a Arabia Saudita, recibió el "suntuoso" regalo de manos de su gobierno y las trasladó a Brasil.
El asunto podría ser encuadrado en una crimen de corrupción. Si los ítems se ingresan como objetos personales y su valor supera los 1.000 dólares, deben pagar impuestos de importación.
Pero la comitiva que llegó de Oriente Medio no los declaró. Además, según Hacienda, el gobierno de Bolsonaro tampoco intentó regular ni incorporar al patrimonio de la Unión las joyas que fueron incautadas.
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