El ex primer ministro de Australia, Paul Keating, ha criticado al Gobierno actual de su país por su adopción del pacto AUKUS, que contempla la adquisición de submarinos de propulsión nuclear estadounidenses, describiéndolo como la "peor decisión internacional de un gobierno laborista" en más de cien años.
"La complicidad del Gobierno de [Anthony] Albanese al unirse al Reino Unido y Estados Unidos en la construcción tripartita de un submarino nuclear para Australia bajo los acuerdos AUKUS representa la peor decisión internacional de un gobierno laborista australiano desde que el exlíder laborista Billy Hughes intentó introducir el servicio militar obligatorio para aumentar las fuerzas australianas en la Primera Guerra Mundial", escribió Keating en una declaración previa a su intervención en el Club Nacional de Prensa, en Canberra.
"Lo que ha hecho Anthony Albanese esta semana es colocar el último grillete de la larga cadena que Estados Unidos ha establecido para contener a China", agregó.
Las declaraciones llegan un día después de que el Gobierno australiano revelara un plan para gastar hasta 368.000 millones de dólares australianos (unos 245.000 millones de dólares estadounidenses) en la adquisición a EE.UU. de tres submarinos de clase Virginia, de propulsión nuclear y armados de manera convencional, desde principios de la década de 2030, con la "posibilidad de subir hasta cinco si es necesario".
El exlíder laborista también criticó fuertemente a la ministra de Relaciones Exteriores, Penny Wong, y al ministro de Defensa, Richard Marles, llamándolos "ministros seriamente imprudentes" por su respaldar la decisión de unirse al acuerdo.
"El gran pecado del internacionalismo"
Además, Keating rechazó las políticas de Canberra hacia Pekín, recordando que China nunca ha amenazado a Australia con un ataque, y que los temores a una agresión china se basan en provocaciones que han aparecido en ciertos medios de comunicación durante cinco años.
"La única forma en que los chinos podrían amenazar a Australia o atacarla es en tierra. Es decir, traen una armada de barcos de tropas con un ejército masivo para ocuparnos; esto no es posible para los chinos", dijo, explicando que "tendrían que viajar 13 días a vapor, 8.000 kilómetros entre Pekín o Shanghái y Brisbane", lo que los haría visibles de inmediato.
"No necesitaríamos submarinos para hundir una armada de barcos chinos. Simplemente lo haríamos con aviones y misiles", señaló.
En este sentido, el exmandatario sostiene que el acuerdo de AUKUS trata más bien de preservar la "hegemonía" estadounidense en el este de Asia conteniendo a Pekín, ya que, "a los ojos de EE.UU., China ha cometido el gran pecado del internacionalismo", refiriéndose al desarrollo de su economía, y Washington "nunca aprobará o aceptará un Estado tan grande como ellos".
"Tenemos un continente propio, una frontera sin nadie. No hay disputas fronterizas con ellos [China]. ¡Perfecto! [Pero] no, no, hemos fabricado un problema", lamentó.
"El peor negocio de toda la historia"
Por otro lado, Keating también criticó el costo del programa, que se estima entre 268.000 y 368.000 millones de dólares, con el que Australia reemplazará a submarinos de clase Collins de propulsión diésel por sumergibles de propulsión nuclear.
"Mire, yo diría que por el costo, 360.000 millones de dólares, vamos a comprar ocho submarinos. Debe ser el peor negocio de toda la historia", afirmó. "Si estuviéramos comprando reemplazos de la clase Collins, obtendríamos al menos 40 o 50 de esos submarinos por el mismo precio", comparó.
Por último, Keating, quien ha criticado el pacto de defensa AUKUS desde que fue firmado por las tres naciones por primera vez en 2021, aseguró que le gustaría ser recordado "entre aquellos que dicen que es un error".
"Alguien que cree que, a pesar de su enorme costo, no ofrece una solución al desafío de la competencia del gran poder en la región o a la seguridad del pueblo australiano y su continente", concluyó.