El Banco Nacional Suizo asegura que de ser necesario proporcionará liquidez a Credit Suisse
El precio de las acciones de Credit Suisse ha marcado este miércoles un nuevo mínimo histórico al caer un 30 %, enviando señales alarmantes mientras que la atención internacional sigue fijada en el sector bancario tras la quiebra de dos bancos estadounidenses la semana pasada.
Los negocios fueron interrumpidos varias veces debido a caídas rápidas de las acciones del segundo mayor banco suizo, después del UBS. Además, se registraron interrupciones automáticas en la bolsa con las acciones de algunos bancos italianos, incluido UniCredit, Finecobank y Monte Dei Pachi, informa CNBC.
El desplome tiene lugar en medio de las declaraciones del SNB (Saudi National Bank), el mayor banco comercial saudita y el mayor accionista de Credit Suisse, en las que ha afirmado que ya no puede proporcionar ayuda financiera a la entidad del país europeo.
Los titulares de Credit Suisse también registraron el martes caídas récord cuando el banco publicó con retraso su último reporte anual en el que reveló que se identificaron "deficiencias significativas" en su control interno sobre la información financiera de 2021 y 2022.
Mientras tanto, el precio de las permutas de incumplimiento crediticio del banco suizo, que reflejan el costo de la cobertura contra el impago de la deuda por los bonos a cinco años, marcó el lunes el máximo jamás registrado, al saltar más que los demás en el índice de Bloomberg que rastrea 125 empresas europeas de alto nivel.
En febrero pasado, Credit Suisse declaró pérdidas netas récord, de 7.300 millones de francos (8.000 millones de dólares) por el año anterior, desde la crisis financiera global de 2008. Estas estadísticas se debieron a la fuga de los fondos de clientes. Para 2023, el banco también espera pérdidas significativas.
A principios de este mes se dio a conocer que Harris Associates, uno de los mayores accionistas de Credit Suisse, se deshizo completamente de su participación en los últimos meses. El paquete de la compañía, uno de los más antiguos accionistas del banco, era del 10 % en agosto pasado.
¿Cuál es el plan?
Hablando en una conferencia financiera en Riad este miércoles, el presidente del banco, Axel Lehmann, descartó que los problemas actuales de Credit Suisse estén vinculados a la quiebra de Silicon Valley Bank, subrayó los "sólidos ratios de capital y balance", e indicó que un amplio programa de restructuración, anunciado en octubre pasado, se encuentra en plena marcha. No obstante, rechazó comentar sobre si el banco necesitará algún tipo de asistencia gubernamental.
El plan de reestructuración supone recaudar 4.000 millones de francos (4.300 millones de dólares) mediante una emisión de derechos y la venta de acciones a inversores clave, reducir su banca de inversión, concentrándose en su negocio clave de gestión de patrimonios, disminuir las operaciones comerciales y recortar la plantilla en 9.000 empleados hasta 2025.
La situación que ha estado enfrentado el banco llevó a que la agencia crediticia S&P Global Ratings rebajara en noviembre pasado el 'ranking' de Credit Suisse a 'BBB-', un escalón por encima del nivel 'basura', citando los desafíos al anunciado plan frente al "empeoramiento y la volatilidad del ambiente económico y de mercado".
El reconocido inversor y escritor estadounidense Robert Kiyosaki, quien predijo la quiebra de Lehman Brothers en 2008, cree que el próximo banco en quebrar será exactamente el Credit Suisse.
"El problema es el mercado de bonos [...] y creo que el próximo banco será el Credit Suisse, porque el mercado de bonos se está desplomando", afirmó el lunes el autor del libro 'Padre rico, padre pobre' en el programa 'Cavuto: Coast to Coast' de Fox Business.
El experto señaló que el mercado de bonos es mayor que el bursátil, lo cual representa un grave problema.
- El viernes pasado, el sistema bancario estadounidense experimentó la quiebra más grande desde la crisis financiera de 2008: Silicon Valley Bank (SVB), el decimosexto banco más grande del país, colapsó después de que los depositantes, en su mayoría vinculados con el sector de la tecnología y empresas respaldadas por capital de riesgo, retiraran su dinero a medida que se extendía la preocupación por la crisis dentro de la entidad.
- Dos días más tarde, los reguladores cerraron el Signature Bank, con sede en Nueva York, debido a riesgos sistémicos y con el fin de evitar un contagio en el sector.