El ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, y su homólogo estadounidense, Lloyd Austin, abordaron este miércoles el incidente en el mar Negro del dron de combate, vigilancia y reconocimiento MQ-9 Reaper, en la conversación telefónica que mantuvieron a iniciativa de la parte norteamericana, informa el ministerio ruso.
En una rueda de prensa celebrada esta jornada, el secretario de Defensa norteamericano dedicó unas palabras a la interceptación por dos cazas de combate rusos de un avión no tripulado de la Fuerza Aérea de EE.UU. que cayó aguas internacionales, lo que calificó de "preocupante".
Asimismo, calificó el comportamiento de los aviones rusos de "peligroso, imprudente y poco profesional", y dijo que el episodio "es parte de un patrón de acciones agresivas, arriesgadas e inseguras" de los pilotos rusos en el espacio aérea internacional.
"Como he dicho reiteradamente, es importante que las grandes potencias sean modelos de transparencia y comunicación. Y EE.UU. seguirán realizando vuelos y operaciones donde lo permita la ley internacional. Y es la obligación de Rusia operar sus aeronaves militares de manera segura y profesional", añadió.
El Comando Europeo de EE.UU. informó que varias veces antes de la colisión, los Su-27 "vertieron combustible y volaron delante del MQ-9 de forma imprudente, poco respetuosa con el medio ambiente y poco profesional".
Según el Ministerio de Defensa de Rusia, el dron se dirigía hacia el espacio aéreo ruso con los transpondedores apagados y perdió el control tras realizar una brusca maniobra, perdiendo altitud hasta estrellarse en el agua. Los cazas Su-27 que despegaron al detectar a la aeronave no entraron en contacto con el dron y tampoco hicieron uso de sus respectivos equipos, aclaró el organismo.
El secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolái Pátrushev, afirmó este miércoles que Rusia intentará recuperar los restos del dron estadounidense.
Postura de Moscú
Según el comunicado del Ministerio ruso de Defensa difundido tras la conversación telefónica entre Shoigú y Austin, el ministro ruso señaló que el derrumbe del dron fue causado por "las acciones estadounidenses de incumplimiento de la zona de restricción de vuelo" establecida por Moscú en relación con su operativo militar especial, así como por "el aumento de las actividades de reconocimiento contra los intereses de Rusia".
En esta línea, Shoigú subrayó que la presencia de los vehículos estadounidenses no tripulados frente a las costas de la península de Crimea tiene "un carácter provocador" y puede dar lugar a una escalada de la situación en la zona del mar Negro, lo que la parte rusa definitivamente no está buscando. Sin embargo, el Kremlin continuará respondiendo a todas las provocaciones de manera proporcionada, declaró.
Además, el ministro recalcó que las principales potencias nucleares deben "actuar de la forma más responsable posible", lo que incluye "mantener canales de comunicación militar para discutir cualquier situación de crisis".