El presidente de Chile, Gabriel Boric, cargó este miércoles contra los Gobiernos de Bolivia y Venezuela por dificultar los procesos para la devolución de migrantes a los que el Estado chileno busca deportar a sus países de origen.
En una declaración pública desde la localidad de Colchane, en la región de Tarapacá, que integra la llamada Macrozona Norte de Chile, fronteriza con Bolivia y Perú, el mandatario comentó que "una de las prioridades" que le ha ordenado seguir al nuevo canciller, Alberto van Klaveren, es que en los próximos meses realice "una labor diplomática intensa" con Bolivia y Venezuela.
"Hay que trabajar en diferentes frentes, el frente interno para facilitar la expulsión de quienes hayan cometido delito o tengan prontuario (expediente con antecedentes penales), pero además una labor diplomática intensa, tanto con Bolivia como también con Venezuela, para que reciban a los ciudadanos que sean deportados y eso va a ser una de las prioridades de nuestra Cancillería durante estos meses", agregó.
En general, Boric ordenó a su canciller reforzar conversaciones sobre el tema migratorio "con países vecinos". Sin embargo, señaló que "en especial" se deben adelantar con Bolivia, país que no tiene relaciones diplomáticas con Chile desde 1978, y al que acusó de no colaborar con la "reconducción" y expulsión de ciudadanos venezolanos y colombianos que pasaron por territorio boliviano para entrar a suelo chileno. "Eso tenemos que solucionarlo", añadió.
"Están aceptando solamente a ciudadanos bolivianos. Nuestro objetivo es que quien entra de manera irregular pueda ser reconducido por donde vino, y eso requiere una conversación diplomática de alto nivel", comentó Boric este mismo miércoles en una entrevista con una radio local, donde afirmó que ha estado "conversando" sobre el tema con su par de Bolivia, Luis Arce.
Sobre la situación con Venezuela, el presidente chileno indicó que "hay varios temas que hacer", porque desde que asumió la presidencia, hace ya un año, "había una cola muy grande de decretos de expulsiones sin ejecutar, que se ha ido alargando producto de las dificultades".
Según la ministra del Interior de Chile, Carolina Tohá, citada por medios locales, su país tiene previsto deportar a 20.000 venezolanos, pero el Gobierno de Nicolás Maduro supuestamente no daría "las facilidades".
Entre tanto, Boric denunció que Venezuela no abre el espacio aéreo y que "los trámites administrativos para poder realizar el procedimiento de expulsión son muy engorrosos".
Respuesta de Caracas
Por su parte, el canciller venezolano, Yván Gil, respondió a los señalamientos de Boric y advirtió que el Gobierno de Venezuela "aún no ha recibido solicitud de trabajo coordinado con Gobierno de Chile respecto a supuestas deportaciones de venezolanos".
"La coordinación en esta materia ha sido un clamor nuestro, así como la exigencia de respeto a los derechos humanos de nuestros compatriotas", recordó Gil.
Un tema "absolutamente prioritario"
En su intervención, el presidente chileno prometió "fortalecer las capacidades del Estado en materia de control fronterizo y migratorio, para que Chile esté a la altura de los desafíos (...) y tenga una migración regular, segura y ordenada".
"Es necesario dar señales firmes y claras respecto de este tema. Desde hace tres semanas las Fuerzas Armadas están desplegadas en las regiones de Arica, Tarapacá y Antofagasta, para reforzar el control fronterizo junto a Carabineros y la PDI (Policía de Investigaciones)", comentó Boric sobre el plan que adelanta para resguardar las fronteras y evitar el cruce masivo de inmigrantes desde Perú y Bolivia.
La militarización en la frontera chilena generó preocupación en las organizaciones sociales, que alertaron de inmediato sobre la criminalización de las personas migrantes y de los riesgos que implican estas medidas de mano dura.
Desde la Coordinadora Nacional de Inmigrantes recordaron que "ningún ser humano es ilegal", a la vez que exigieron "no más leyes criminalizadoras".
En tanto, este miércoles, Boric también saludó la aprobación reciente, en la Cámara de Diputados, misma que negó su Reforma Tributaria, a un proyecto de ley para facilitar los trámites de expulsión de ciudadanos extranjeros del territorio chileno, que según él también dificultan los procesos de deportación. Además, dijo que en abril próximo se reunirá con sus pares de Argentina, Bolivia, Colombia, Honduras y México, para atender el tema migratorio a escala regional.
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