Estudio: Las explosiones en Nord Stream levantaron sustancias tóxicas desde un vertedero de la Segunda Guerra Mundial

Unos 11 kilómetros cúbicos de agua de mar resultaron contaminados a causa de los estallidos.

Las explosiones en los gasoductos Nord Stream 1 y Nord Stream 2 levantaron desde el fondo del mar Báltico una gran cantidad de sustancias tóxicas que se hallaban en un antiguo vertedero de armas químicas que data de la Segunda Guerra Mundial. Así lo sostiene una investigación que fue publicada en la plataforma Research Square en febrero en versión preprint (no revisada por la comunidad de expertos) y que solo ahora ha llamado la atención de los medios.

Los científicos, liderados por Hans Sanderson, de la Universidad de Aarhus (Dinamarca), calcularon que el vertido total a causa de las cuatro explosiones, cada una de ellas de una potencia equivalente a 500 kilos de TNT, arrojaron 250.000 toneladas de sedimentos. En particular, las sustancias nocivas llegaron a 30 metros de profundidad, cuando originalmente se encontraban a unos 70 metros en el fondo del mar.

Asimismo, los resultados de la indagación apuntan a que unos 11 kilómetros cúbicos de agua del mar resultaron contaminados a causa de los estallidos. Entre los elementos tóxicos levantados figuran el gas mostaza y el arsénico. Sin embargo, el 75 % de la toxicidad provino del plomo y del tributilo de estaño (TBT, en inglés), que se usa para proteger los cascos de buques.

Efectos para la vida marina

Mientras, los expertos estiman que se tardarán meses o incluso años en calcular los efectos nocivos de la contaminación para la vida marina. Por su parte, el investigador jefe Sanderson advirtió que las explosiones ocurrieron a finales de la temporada de desove de bacalao, cuyos huevos flotaban en las profundidades a donde llegaron las sustancias tóxicas.

Además, la población de la marsopa común también podría haberse visto afectada por las explosiones, perturbando su oído y la capacidad de comunicarse. Se estima que hay solo 500 especímenes en el Báltico, por lo que la pérdida de uno afectaría a la población entera.