El ex primer ministro británico Tony Blair ha afirmado que la invasión de Irak liderada por Estados Unidos estaba más justificada que la actual operación militar de Rusia en Ucrania, a pesar de que se ha demostrado la falsedad de sus razones previas a aquella guerra.
En declaraciones a las agencias europeas DPA, AFP, ANSA y EFE, Blair afirmó que la invasión —en la que participaron 46.000 soldados británicos— estaba justificada por las represiones internas y los conflictos regionales de Saddam Hussein, y por su uso de armas químicas contra los kurdos.
"Al menos se podría decir que estábamos derrocando a un déspota e intentamos introducir la democracia", señaló Blair sobre aquella campaña lanzada hace 20 años.
La invasión y posterior ocupación de Irak terminó con la vida de hasta 210.000 civiles, según el proyecto Iraq Body Count. El país se convirtió foco del yihadismo, y gran parte del norte de Irak cayó bajo el control del grupo terrorista del Estado Islámico tras la retirada de tropas estadounidenses en 2011.
Hussein no tenía ninguna relación con los atentados del 11-S, y las afirmaciones de Londres y Washington de que albergaba armas de destrucción masiva resultaron ficticias. Antes de la invasión, Blair afirmó falsamente que Bagdag poseía tales equipos y que estaba trabajando para obtener armas nucleares.
"[Ucrania es] un país que tiene un presidente elegido democráticamente que, por lo que sé, nunca ha iniciado un conflicto regional ni ha cometido ninguna agresión contra sus vecinos", sostuvo el exlíder británico en la entrevista al tratar de diferenciar la situación actual con los sucedido en Irak.
El expresidente de Ucrania, Viktor Yanukóvich, fue derrocado en un golpe de Estado respaldado por EE.UU. en 2014. Su sucesor, Piotr Poroshenko, lanzó entonces una campaña militar contra dos regiones prorrusas del este. La operación, según los investigadores rusos, llevó a la muerte de más de 2.600 civiles y al menos otros 5.500 resultaron heridos.
Al mismo tiempo, Moscú ha denunciado reiteradamente que Kiev nunca ha cumplido ni tiene intención de cumplir las condiciones establecidas en los Acuerdos de Minsk, un hecho confirmado posteriormente por los exmandatarios de Alemania y Francia, Angela Merkel y François Hollande.
El presidente ruso, Vladímir Putin, citó la violencia desatada por Kiev como uno de los factores clave de su decisión para enviar tropas a Ucrania en febrero de 2022.
Aparte de la amenaza a la población del Donbass, Putin señaló la insistencia de la OTAN en armar a Ucrania y transformarla en un Estado "antirruso", la negativa del bloque occidental a negociar un acuerdo de seguridad con Rusia y la proliferación de la ideología neonazi en Ucrania como razones que justificaban la operación.