La Selección argentina de futbol volvió a Buenos Aires tres meses después de ganar el Mundial de Catar y consolidó el romance con un país que todavía celebra con cantos, emoción y lágrimas la tercera copa de su historia.
Los seleccionados comenzaron a llegar el fin de semana porque el próximo jueves sostendrán un amistoso con Panamá en el Estado River Plate. Será su primer partido en suelo argentino después de haberse convertido en campeones mundiales.
El fervor hacia el equipo quedó evidenciado en la demanda de entradas. Millones hicieron fila virtual en la web que ofreció los tickets, a pesar de que solo había poco más de 30.000 disponibles. Se agotaron en menos de dos horas.
También se reflejó en las miles de personas que se acercaron al predio de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), que está ubicado a las afueras de la capital y que es en donde concentran los jugadores.
Familias, parejas y amigos hicieron guardias con la esperanza de obtener alguna foto, algún autógrafo o, por lo menos, ver de cerca a los ídolos.
La atención se centró en Lionel Messi, el astro que ha ganado récord de títulos y al que solo le faltaba la Copa del Mundo. Su nombre es el más coreado por la hinchada.
Pasión
El lunes por la noche la locura quedó de manifiesto porque Messi fue a cenar a un conocido restaurante de carnes en Buenos Aires. En cuanto se corrió la voz de su presencia, la gente comenzó a aglomerarse.
Cuando intentó partir, fue imposible. Ya había miles de personas copando la cuadra, entonando las canciones de aliento, agradeciendo una y otra vez el título de campeón mundial.
La emoción se acrecentó en el momento en el que, por fin, Messi logró salir luego de que se armara una estrecha valla para tratar de controlar a los fans.
A algunos les bastó verlo para dejar correr las lágrimas, mientras otros arrastraban los brazos con la ilusión de tocarle el hombro, la cabeza, lo que fuera. Todos, sin excepción, alzaban su celular con la ilusión de sacarle una foto.
La muchedumbre que gritaba "¡Messi, Messi!", se viralizó en redes sociales, en donde solo hay declaraciones de amor hacia el capitán de la selección, al portero Emiliano "Dibu" Martínez, al técnico Lionel Scaloni, y al resto de los jugadores.
Por eso, la duda de muchos es cómo harán los jugadores para llegar el jueves al estadio, ya que se prevé que una muchedumbre realizará una caravana para acompañar su recorrido.