Washington califica de "idiota" al piloto ruso que interceptó el dron espía estadounidense sobre el mar Negro
Washington ha calificado de "insultante" el hecho de que Rusia haya condecorado a los pilotos de los cazas que escoltaron el dron de combate, vigilancia y reconocimiento MQ-9 Reaper estadounidense que cayó al mar Negro a principios de mes.
"No conozco otro ejército en el mundo, otra fuerza aérea en el mundo, que premie a un piloto por estrellarse contra un dron. Si eso es valentía, entonces supongo que tienen una definición diferente de la misma. Es ridículo, es insultante", comentó este miércoles el coordinador para Comunicaciones Estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
Asimismo, el vocero tildó de "idiota" al piloto que interceptó el dron espía. "No tengo ni idea de por qué conceden un premio al valor a un piloto que, en el peor de los casos, se puso a sí mismo y a los bienes de Estados Unidos en grave peligro de forma maliciosa y, en el mejor de los casos, es simplemente un idiota", añadió.
Posteriormente, la Embajada rusa en EE.UU. comentó que las declaraciones de Kirby no son más que un acto de "cobardía", ya que provienen de un exmilitar "que debería respetar el honor y la dignidad de los oficiales".
"Nos vemos obligados a constatar que la grosería y los hábitos de matón de callejón se están convirtiendo en una costumbre entre los portavoces en Washington", agregó.
El Ministerio de Defensa ruso concedió este martes las Órdenes al Valor a los pilotos de los aviones Su-27 que impidieron que un avión no tripulado estadounidense MQ-9 "violara los límites de la zona de uso temporal del espacio aéreo establecida para los fines de la operación militar especial", según se indicó en un comunicado.
Desde Washington denunciaron el pasado martes que dos cazas rusos Su-27 interceptaron el dron "de manera arriesgada", al punto de que uno de los aviones "colisionó" con el aparato, golpeándolo en la hélice y haciendo que se precipitara a las aguas internacionales del mar Negro.
Por su parte, Moscú negó cualquier contacto entre los cazas y el dron, que, según la parte rusa, perdió el control y altitud tras realizar una brusca maniobra, hasta estrellarse en el agua.
De acuerdo con el Ministerio de Defensa de Rusia, el dron se dirigía hacia el espacio aéreo ruso con los transpondedores apagados y violó las restricciones temporales impuestas sobre parte del mar Negro con motivo de la operación militar especial en Ucrania.