La compañía petrolera saudita Saudi Aramco anunció este domingo que construirá, junto con las empresas chinas NORINCO y Panjin Xincheng, una refinería de petróleo a gran escala en el noreste de China. La construcción debe comenzar en el segundo trimestre de 2023, y se espera que el complejo refinador y petroquímico entre en pleno funcionamiento en 2026.
Los datos preliminares estipulan que la planta será capaz de procesar unos 300.000 barriles del crudo diarios, así como de producir 1,65 millones de toneladas de etileno y 2 millones de toneladas de paraxileno cada año. Saudi Aramco tiene previsto suministrar hasta 210.000 barriles diarios a la refinería. Según afirmó el director ejecutivo de la empresa saudita, Amin Nasser, citado por Bloomberg, la nueva planta representará "una gran oportunidad en la que todos ganan" para crear en China uno de los principales sectores de procesamiento del mundo, "con especial hincapié en la alta conversión de líquidos directamente en químicos como parte de nuestros planes más amplios de expansión del negocio de [procesamiento] de líquidos a químicos".
Entre tanto, Zou Wenchao, el subdirector general de NORINCO, subrayó que la planta "desempeñará un papel importante en profundizar la cooperación económica y comercial entre China y Arabia Saudita y lograr el desarrollo y la prosperidad común".