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OpenAI se niega a revelar detalles técnicos de GPT-4 y pone en entredicho su carácter abierto y no lucrativo
La compañía estaría transformándose en un proyecto enfocado a no dar pistas a sus potenciales adversarios para centrarse en comercializar sus tecnologías y sacar el máximo provecho económico.
OpenAI, la empresa que hay detrás del popular ChatGPT, nació como una organización sin ánimo de lucro dispuesta a, como lo indica su nombre, dejar abiertos al publicó sus proyectos de inteligencia artificial (IA) y los estudios que hay detrás de los mismos. Sin embargo, con la llegada hace unos días de la más reciente versión de su modelo de lenguaje ChatGPT-4, parece estar cambiando de opinión.
En el reporte técnico de esta actualización —y por primera vez desde la primera versión— la compañía se rehusó a develar "más detalles" sobre la arquitectura, 'hardware' y métodos de entrenamiento, entre otros, de su nueva herramienta, promocionada como la más poderosa de su sistema. Esto obedece a las "implicaciones de seguridad" que conllevan "modelos de gran escala como GPT-4" y al "panorama competitivo" que actualmente envuelve su desarrollo, subraya el documento.
De este modo, OpenAI estaría transformándose de un grupo centrado en brindar seguridad y transparencia en el ámbito del desarrollo de IA a un proyecto enfocado en no dar pistas a sus potenciales adversarios —Google, Tencent, Baidu, entre otros— con el propósito de comercializar sus tecnologías y sacar el máximo provecho económico.
Elon Musk, uno de los fundadores de OpenAI en 2015, recordó el mes pasado que había creado como una entidad sin ánimo de lucro, y que la palabra 'open' (abierto) en el nombre de la empresa resaltaba que se trataba de inteligencia artificial de código abierto con el propósito de "servir de contrapeso a Google". "Ahora se ha convertido en una empresa de código cerrado y máximo beneficio controlada en la práctica por Microsoft. No era mi intención en absoluto", aclaró.
De acuerdo con Financial Times, OpenAI pasó a ser una empresa lucrativa a partir de 2019, con una inyección inicial de capital de Microsoft, seguida de otra financiación millonaria. De este modo, se convirtió en un elemento crucial en la apuesta del gigante de las computadoras en su propósito de transformar su modelo de negocio y sus productos con los sistemas de IA.
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