Tras superar en noviembre del año pasado los 8.000 millones de habitantes en el mundo, las proyecciones del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) apuntaban a un crecimiento constante que alcanzaría los 9.700 millones para 2050 y los 10.400 millones entre 2080 y 2100.
Sin embargo, un nuevo estudio realizado por la organización Earth4All, con el respaldo del Club de Roma, señaló que la tendencia de crecimiento poblacional podría modificarse, por lo que la 'bomba demográfica' se desactivaría gracias a un descenso de la cantidad de habitantes durante las próximas décadas.
Según detalló, para 2050 el pico de población se ubicaría por debajo de los 9.000 millones y desde entonces comenzaría a descender.
Para llegar a esa conclusión tomaron en cuenta dos modelos. En uno de ellos, llamado 'Demasiado poco demasiado tarde', el mundo continúa su desarrollo económico de manera similar a los últimos 50 años y muchos países logran salir de la situación de extrema pobreza. En ese contexto, los investigadores estiman que la población mundial podría alcanzar un máximo de 8.600 millones en 2050 antes de caer a 7.000 millones en 2100.
En el segundo, denominado 'Salto gigante', se estima que la población llegue a 8.500 millones para 2040 y que, a partir de ese momento, baje hasta, aproximadamente, los 6.000 millones hacia finales del siglo. Para ello, se necesitan una "inversión sin precedentes" para combatir la pobreza, en particular en educación y salud, así como también cambios en las políticas de seguridad alimentaria, energética, desigualdad y equidad de género. De esta manera, la pobreza extremapodría eliminarse para 2060, lo que tendría un impacto en las tendencias de la población mundial.
El estudio señala que la diferencia con otros modelos y sus proyecciones sobre la población mundial, es que estos habían minimizado la importancia del "rápido desarrollo económico en los países de bajos ingresos", porque "tiene un gran impacto en las tasas de fertilidad, que disminuyen a medida que las niñas tienen acceso a la educación y las mujeres están económicamente empoderadas y acceden a una mejor atención médica", expresó Per Espen Stoknes, uno de los autores del estudio.
En el mismo sentido, Beniamino Callegari, el otro autor, agregó que si los países de menores recursos "adoptan políticas exitosas para el desarrollo económico" se puede esperar que "la población alcance su punto máximo más temprano que tarde".
La conexión con el medioambiente
Otro punto del estudio se refirió a la relación entre el crecimiento poblacional y el medioambiente y concluyó que el aumento demográfico no es la principal causa de los riesgos para el planeta, como el cambio climático. En ese sentido, responsabilizó al 10 % más rico de desestabilizar al planeta.
"El principal problema de la humanidad es es el consumo suntuario de carbono y biosfera, no la población. Los lugares donde la población aumenta más rápido tienen huellas ambientales extremadamente pequeñas por persona en comparación con los lugares que alcanzaron la población máxima hace muchas décadas", aseguró Jorgen Randers, uno de los especialistas de Earth4All, quien concluyó: "Una buena vida para todos solo es posible si se reduce el uso extremo de recursos de la élite rica".