El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano, Oleg Nikolenko, calificó de "desequilibrado" el informe presentado por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) sobre la situación que enfrenta en el país la Iglesia ortodoxa ucraniana del Patriarcado de Moscú (UPTs, por sus siglas en ruso).
"Instamos a la ACNUDH a que se abstenga de realizar evaluaciones políticas desequilibradas y base sus informes en hechos", escribió este lunes Nikolenko en redes sociales. El funcionario se refirió al documento publicado el pasado viernes, en el que la ONU destacó su preocupación por la posibilidad de que las actividades del Estado dirigidas a la Iglesia ortodoxa ucraniana "pudieran ser discriminatorias".
Además, se señala que el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU, por sus siglas en ucraniano) "realizó registros" (a los que en ocasiones llama "medidas de seguridad") en varios monasterios, oficinas, instalaciones educativas y otras propiedades de la Iglesia ortodoxa en diferentes regiones del país.
En ese sentido, Nikolenko argumentó que la libertad de religión está garantizada en Ucrania. Sin embargo, indicó que eso no significa que tengan "derecho a participar en actividades que socavan la seguridad nacional".
- El pasado 10 de marzo, autoridades ucranianas exigieron a los monjes del Monasterio de las Cuevas de Kiev que abandonaran las instalaciones antes del 29 de marzo, con el pretexto de prohibir las actividades de organizaciones relacionadas con Rusia.
- Por su parte, el patriarca Kiril, cabeza de la Iglesia ortodoxa rusa, se dirigió a los líderes religiosos y representantes de organizaciones internacionales, pidiéndoles que "hagan todo lo posible" para impedir la expulsión de los monjes del Monasterio de las Cuevas de Kiev.
- La UPTs desde hace años vive bajo una oleada de presiones de Kiev, con registros de templos en búsqueda de supuestas actividades antiucranianas.