Pese a sus esfuerzos de impulsar la producción en materia de defensa, los países europeos sufren de "anemia en su planeamiento a largo plazo" en el ámbito de seguridad, estima el diario The Washington Post en un artículo editorial publicado el 26 de marzo.
"Europa ha dejado sin abordar el corrosivo problema a largo plazo de las industrias de defensa de la mayoría de los países de la Unión Europea (UE) que se dejaron atrofiar tras el colapso de la Unión Soviética hace más de tres décadas y hoy permanecen estancadas", destaca el medio.
Por una parte, los autores del artículo califican como "partida histórica" el compromiso de la UE de gastar 2.200 millones de dólares para suministrar a Ucrania un millón de municiones de artillería de 155 mm a lo largo de 12 meses y acelerar la producción de proyectiles en el bloque comunitario.
Sin embargo, indican que "el despertar" de Bruselas ante el conflicto en Ucrania ha sido "demasiado lento", mientras que los esfuerzos colectivos de la UE para ayudar a Kiev y garantizar su propia seguridad son "demasiado lentos".
Objetivos incumplidos
En este contexto, WP hace referencia al reciente reporte anual del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, que evidencia que los países del bloque no progresaron mucho en incrementar los gastos de defensa, a pesar de las promesas.
Concretamente, del 2021 al 2022 los gastos en defensa crecieron un 2,2 % en términos reales, lo que significa el peor aumento desde 2015. Además, el año pasado solo siete países desembolsaron el 2 % de su PIB para defensa. Aparte de EE.UU., solo el Reino Unido, Polonia. Grecia y los Estados bálticos excedieron el umbral que todos los miembros se comprometieron a alcanzar para el año siguiente.
La excesiva dependencia de Europa de "la fuerza muscular" de Washington se refleja en datos. La economía de EE.UU. representó el 54 % del PIB total de la Alianza Atlántica y el 70 % de todos los gastos militares del bloque, que superaron un billón de dólares.
Problemas de la "locomotora" de Europa
Para demostrar la "enorme brecha" entre lo prometido y la realidad, el diario pone como ejemplo a Alemania. Así, poco después del operativo ruso en Ucrania el canciller Olaf Scholz prometió gastar 100.000 millones de euros adicionales en defensa durante los próximos cuatro años.
No obstante, incluso la "locomotora de Europa" fue incapaz de arrancar rápidamente con la producción militar para satisfacer las necesidades de Kiev. Aunque un tercio de los fondos ya fueron asignados, "hasta ahora no se gastado ninguno". El diario lo vincula con la "burocracia inflada" y las cadenas de ensamblaje "marchitadas" desde hace más de 30 años.