El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, prometió este miércoles que no habrá impunidad en la investigación del incendio ocurrido el lunes en un centro de detención en Ciudad Juárez, y en el que murieron 39 migrantes latinoamericanos.
"Quiero expresar mis condolencias a los familiares, a los habitantes de los países de donde son originarios los migrantes que lamentablemente perdieron la vida en este incendio. Mi más profundo pésame a nuestros hermanos venezolanos, guatemaltecos, salvadoreños, ecuatorianos, colombianos y a los gobiernos de estos países", afirmó en conferencia de prensa.
También reveló que esta tarde la secretaria de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez, dará a conocer un informe preliminar de las investigaciones. Además, recordó, en la causa trabajan de manera independiente la Fiscalía General de la República (FGR) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
El Instituto Nacional de Migración (INM) rebajó a 38 el número de migrantes fallecidos en el incendio registrado. Sin embargo, la mañana de este miércoles, Santiago de la Peña, secretario de Gobernación de Chihuahua, elevó la cifra de víctimas a 39.
"Estoy solicitando a la Fiscalía que, como es su deber y facultad, continúe con la investigación judicial para que se emita una resolución, se actúe, se finquen responsabilidades, que no haya impunidad y se castigue de conformidad con la ley a quienes hayan causado esta dolorosa tragedia. De ninguna manera vamos a ocultar los hechos, no vamos a actuar de manera injusta ante esto que es tan doloroso", aseguró López Obrador.
Además, el mandatario insistió en que no existe el propósito de proteger a nadie. "No se permite en nuestro Gobierno la violación de derechos humanos ni se permite la impunidad", dijo al reiterar sus críticas a la prensa.
"Sé que están muy interesados en esto, más por el amarillismo que por el dolor que puede causar", acusó ante la insistencia de los periodistas en conocer detalles de la tragedia.
"Ustedes quisieran que se actuara de manera sumaria, pero tenemos que conocer realmente lo que sucedió, hay versiones y existe para eso la Fiscalía, que es autónoma y va a llevar a cabo la investigación. Planteo esto porque estoy viendo lo de las redes sociales, [las críticas] de nuestros adversarios y la mayoría de los medios que están en contra de nosotros", señaló.
Conmoción
El lunes por la madrugada, un incendio ocurrido en el centro de detención de migrantes ubicado junto al puente internacional Lerdo-Stanton, en Ciudad Juárez, en el límite fronterizo con EE.UU., dejó un saldo de 39 muertos y 28 heridos de gravedad. Provenían de países como Guatemala, Honduras, El Salvador, Venezuela, Ecuador y Colombia.
Además de la cifra de víctimas, lo que la convierte en una de las peores tragedias de migrantes durante el Gobierno de López Obrador, la conmoción aumentó cuando se difundieron videos que demostraron que los guardias dejaron encerrados con llave en las celdas a las personas mientras gritaban y pedían ayuda.
El presidente reconoció que el video es real e insistió en que no se ocultará información, ya que afirmó que su Gobierno no es igual que los anteriores, a los que acusó de fabricar delitos y torturar para culpar incluso a personas inocentes.
"Ya no es tiempo de esos gobiernos autoritarios, cuando la mayoría de medios que ustedes representan guardaban silencio y no les importaban los derechos humanos. Ahora son temporadas de zopilotes, son los campeones del amarillismo, del sensacionalismo, trafican con el dolor humano", señaló con referencia a los periodistas.
A lo largo del día, en las afueras de las oficinas migratorias de Ciudad Juárez se sucedieron protestas en las que personas migrantes, con el apoyo de diversos colectivos, reiteraron las frecuentes violaciones a los derechos humanos que padecen y recordaron una de sus principales consignas: "Somos humanos, no animales, trátennos con dignidad".
La oposición, en tanto, exigió la renuncia del titular del INM, Roberto Garduño, y consideró que la tragedia es resultado de las políticas migratorias llevadas a cabo por López Obrador.
El portal Pie de Página, por ejemplo, reveló que el Gobierno actual tiene el récord de haber capturado 1.298.484 migrantes, una cifra jamás alcanzada en las administraciones anteriores.
También recordó que, durante su campaña, López Obrador prometió una política de mayor apertura, pero que ya como presidente endureció la estrategia por presión de EE.UU., ya que los gobiernos de Donald Trump y Joe Biden amenazaron con sanciones si no frenaba a los migrantes.
Entonces se reforzó la militarización de las fronteras norte y sur para tratar de contener a los migrantes centro y sudamericanos, las represiones a las caravanas que atravesaban el territorio mexicano, las deportaciones y la construcción de centros de detención como el que se incendió el lunes.
Impacto
La tragedia se ha convertido en una crisis política con múltiples ramificaciones, ya que ha desatado críticas a la estrategia de López Obrador en materia de migración y ha impactado en las precampañas presidenciales del oficialismo.
En un afán de deslinde, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, aseguró que su papel en materia migratoria solamente era de índole administrativa, y apuntó directamente a la responsabilidad del canciller Marcelo Ebrard.
Ambos son, junto con la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, los principales candidatos a suceder a López Obrador.
"Me dijeron: ¿por qué el secretario de Gobernación quiere hablar sobre el tema si él no es el encargado de operar el sistema migratorio? Formalmente es la Secretaría de Gobernación, para asuntos administrativos, pero es Marcelo, el secretario de Relaciones Exteriores, quien se encarga del sistema migratorio", afirmó López en una entrevista.
El funcionario también puso en aprietos al presidente al asegurar que, desde la madrugada del martes, ya habían visto el video que demostraba que los guardias habían dejado encerrados a los migrantes al empezar el incendio.
Pese a las imágenes, horas más tarde, el presidente culpó a las víctimas de la tragedia y aseguró que habían quemado colchones en protesta contra sus deportaciones. Ebrard se negó a polemizar con el secretario de Gobernación.
"Es una gran tristeza lo ocurrido. Dejo cualquier consideración de índole política para otros momentos . Cada cual debe hacer lo que le corresponde en esta hora", advirtió a través de sus redes sociales.