La sequía histórica que atraviesa Argentina, que ha tenido un impacto negativo en la comercialización de la soja y el maíz, pudiera causar afectación en la economía nacional.
Un informe reciente del estatal Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) reveló que la superficie afectada por el fenómeno climático aumentó en más de un millón de hectáreas.
Al respecto, economistas y agricultores prevén que 2023 será "desastroso" tanto para la soja, que atraviesa su peor año de las últimas dos décadas como para el maíz, que tuvo una cosecha de 25 millones de toneladas entre 2015-2016, lo que implicó una disminución de 3,5 millones de toneladas, con respecto a la temporada anterior.
Los números rojos de la soja
Según las estimaciones de la Bolsa de Comercio de Rosario, esta será la peor comercialización de granos de las últimas dos décadas.
Los economistas subrayan que hay que remitirse a la campaña agrícola 2001-2002, cuando ocurrió el estallido social y económico, para tener valores tan magros en las transacciones de la leguminosa.
En la temporada 2022-2023 se han vendido 4,8 millones de toneladas del grano, lo que representa 18 % de la producción esperada por el sector agropecuario.
La Bolsa de Comercio de Rosario considera que, mientras que en 2021-2022 la producción de 42,2 millones de toneladas, en 2022-2023 será de 27 millones.
Los especialistas señalan que los productores tienen incertidumbre porque alrededor de 76 % de la producción actual se negoció con precio a fijar, es decir, se pactó el compromiso entre el comprador y vendedor con un plazo para sellar el valor real de pago.
En analista de la Bolsa de Rosario, Javier Treboux, dijo a RT que se hizo un recorte del 50 % lo que se estimaba producir, "lo que generará una pérdida estimada en torno a los 15.000 millones de dólares para el sector productor y para la economía nacional".
Treboux aseveró que esta caída causará un "impacto grandísimo" porque además de afectar al sector tendrá efectos en la cadena y todos los eslabones de actividades como el transporte, el comercio y el corretaje.
"Ya estamos hablando en un impacto en términos de 3 puntos del PIB", afirmó.
¿Qué pasará con el maíz?
La sequía también ha causado impacto en el cultivo de maíz. Hasta el 15 de febrero se vendieron unas 8,5 % millones de toneladas, lo que significa la poco más de la mitad de lo que se había comercializado hace un año, que correspondió a 19 toneladas.
Este volumen ha sido el más bajo desde el periodo 2015-2016.
Por otro lado, según la Bolsa de Comercio de Rosario, la producción para la campaña 2022-2023 se estima en 35 millones de toneladas, lo que implica una disminución de 16 millones de toneladas con respecto a 2021-2022.
Hasta el momento, las operaciones están virtualmente detenidas ante la posibilidad de nuevas intervenciones de autoridades.
El presidente de la Confederación Intercooperativa Agropecuaria Limitada (Coninagro), Elbio Laucirica, manifestó la preocupación de ese sector por los recursos financieros que tendrán disponibles para afrontar la sequía.
Del mismo modo, se refirió a la necesidad de insumos y la dificultad de importarlos por la falta de dólares. "¿Cómo vamos a hacer para enfrentar la nueva campaña?", se preguntó.
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