Ghana condena la injerencia "antidemocrática" de EE.UU. en medio de debates sobre LGBTQ

Ghana aprobará su ley sobre los valores familiares sin importar la postura de Estados Unidos, afirmó ante los legisladores el presidente del parlamento, Alban Bagbin, al tiempo que calificó de presión "antidemocrática" las declaraciones de la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, quien visitó el país esta semana en el comienzo de su gira africana.

En una rueda de prensa conjunta con el presidente de la nación, Nana Akufo-Addo, realizada este lunes, la política norteamericana acentuó que los derechos de los LGBTQ son un tema que Washington considera "un asunto de derechos humanos y eso no va a cambiar". Su comentario refrendó lo que dijo el coordinador para Comunicaciones Estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, cuando aseguró a periodistas en la Casa Blanca, la semana pasada, que los derechos LGBTQ son "algo que forma parte esencial de nuestra política exterior, y así seguirá siendo".

Uganda aprueba un proyecto de ley contra la comunidad LGBTQ que incluye la pena de muerte

Dichas declaraciones han tenido lugar en medio de los preparativos, en Ghana, para promulgar un proyecto de ley titulado 'Promoción de los adecuados derechos sexuales humanos y valores familiares ghaneses'.

"Estas cosas no se deben tolerar. Es antidemocrático. ¿Qué es la democracia? ¿Que otra persona me dicte lo que es bueno y lo que es malo? Es inaudito", declaró Bagbin el martes, en una reunión con legisladores para debatir el mencionado proyecto de ley.

Bagbin planteó a los parlamentarios que "tienen que legislar" y no deben temer las presiones externas. "No se dejen intimidar por nadie[...] ¿A qué le tienen miedo ustedes, si tienen a todo el pueblo detrás? Si Dios está de su lado, ¿quién puede estar contra ustedes?", preguntó  para luego asegurar que "la ley será aprobada".

El proyecto de ley busca calificar las relaciones homosexuales como un delito grave de segundo grado, castigado con penas de entre tres y cinco años de cárcel, mientras que quienes promuevan esas actividades afrontarían entre cinco y diez años entre rejas.

La semana pasada, el parlamento de Uganda aprobó una ley que castiga con pena de muerte la "homosexualidad con agravantes", y con cadena perpetua el "reclutamiento, promoción y financiación" de actividades homosexuales.