La valoración de las principales marcas de champán ha empezado a superar al oro y varios índices bursátiles importantes, informa Bloomberg.
Según la Bolsa Internacional de Viticultores de Londres (Liv-Ex), de enero a septiembre de 2022, una caja de Salon Le Mesnil 2012 —un vino espumoso "excepcional" hecho de la variedad de uva Chardonnay en el viñedo Le Mesnil-sur-Oger (al noreste de Francia)— se disparó un 232 %, de 4.670 a 15.485 dólares.
El índice Liv-Ex Champagne 50, que sigue la dinámica de los precios de las últimas cosechas de una docena de grandes marcas ha superado al oro, al FTSE y al S&P 500, así como a los vinos de la categoría Primer Cru, de la región de Burdeos e incluso los de Borgoña.
Una década atrás, los mejores champanes del mundo apenas representaban el 2 % de las transacciones del mercado secundario de Liv-Ex. En noviembre de 2022, ese porcentaje subió hasta convertirse en la tercera región más negociada, por detrás de Burdeos y Borgoña (con un 18,7 %), y se mantuvo en tercera posición hasta que los vinos estadounidenses se dispararon durante la semana del 17 al 23 de marzo, explica el medio.
Según Robbie Stevens, de Liv-Ex, el interés general por invertir en champán comenzó hace unos años, cuando los compradores empezaron a darse cuenta de lo infravalorados que estaban los grandes ejemplares en comparación con los mejores vinos de Burdeos y Borgoña.
"Uno de los catalizadores fue el lanzamiento de la extraordinaria cosecha de 2008 […] y luego la serie de grandes cosechas que le siguieron: 2012, 2013 y 2014", afirmó Stevens, explicando que los inversores se entusiasmaron y decidieron abastecerse de vendimias anteriores.
Mientras tanto, otro motor de la demanda puede ser la ansiedad sobre cómo afectará el calentamiento global a la calidad y el estilo de las cosechas futuras, destaca Bloomberg.
El director ejecutivo de la sociedad británica de inversión en vinos finos Cult Wines, Tom Gearing, se manifestó "optimista pero cauto" sobre el mercado de champaña para 2023, citando la fuerte demanda global, el gran poder de marca de la región y su amplia distribución. El experto también agregó que el producto viejo ofrece "rareza, exclusividad, potencial de envejecimiento y un buen historial durante las recesiones económicas".
Además, la menor producción en 2021 y 2022 redujo la oferta, y algunas de las principales casas se quedaron sin existencias el pasado otoño, resaltó Gearing.
Por otro lado, el vino espumoso sigue siendo un icono del lujo. Paradójicamente, a pesar de la pandemia del covid-19, el conflicto en Ucrania, la inflación y la inminente recesión, el valor los artículos suntuosos se dispararon el año pasado, mientras que en 2023 se espera un crecimiento aún mayor, concluyó.