La CIA trata de centrar la atención en cualquier otro posible sospechoso de la explosión de los gasoductos Nord Stream, excepto en Joe Biden, afirmó el reconocido periodista e investigador estadounidense Seymour Hersh en un artículo publicado este miércoles en el portal Substack.
El periodista indicó que la CIA "está realizando constantemente operaciones encubiertas en todo el mundo y todas ellas deben tener una historia tapadera en caso de que las cosas salgan mal", así como si las cosas van bien, como ocurrió "en el mar Báltico el pasado otoño".
"Pocas semanas después de mi reporte de que Joe Biden ordenó la destrucción de los gasoductos Nord Stream, la agencia elaboró una historia tapadera y encontró a personas dispuestas a creerla en The New York Times y dos grandes publicaciones alemanas", escribió Hersh. De acuerdo con sus palabras, la creación de la historia sobre unos buzos que, según las publicaciones de medios occidentales, volaron las tuberías formó parte de un protocolo.
El destacado periodista subrayó que su reportaje inicial recibió cobertura en todo el mundo, pero fue ignorado por los principales periódicos y cadenas de televisión estadounidenses, y solo después de que su investigación empezara a "ganar terreno en Europa y en otros países", medios occidentales como The New York Times y The Times publicaron sus artículos, culpando a un grupo proucraniano.
Posteriormente, The Washington Post informó que algunos investigadores europeos dudan ahora de esta versión, pero no sugirió que la Casa Blanca estuviera implicada en el incidente. "No citó a ningún funcionario estadounidense, ni siquiera anónimo. La administración de Biden se ha convertido en una zona libre de reportajes sobre el Nord Stream", señaló.
"Anoten un punto para los varios funcionarios de la CIA que han estado suministrando historias falsas a los medios aquí y en el extranjero en lo que ha sido un esfuerzo exitoso para mantener el mundo enfocado en cualquier posible sospechoso fuera de lo que ha surgido como el más lógico: el presidente de Estados Unidos", destacó el investigador.
Hersh también se refirió a los artículos de los medios alemanes Die Zeit y Der Spiegel, que, citando a la Policía local, informaban sobre un yate que había sido "alquilado por una empresa en Polonia y al parecer propiedad de dos ucranianos". Según el periodista, después de que se difundieran estos informes alemanes, él publicó entonces un artículo en el que sugería que la información facilitada por la Policía alemana a estos medios en realidad procedía de la Inteligencia estadounidense.
Añadió que el autor del reportaje de Die Zeit, Holger Stark, "un experimentado periodista", se había puesto en contacto con él "para quejarse de esta acusación". "Stark me dijo que tenía excelentes fuentes en la Policía federal alemana y que aprendió lo que hizo de esos vínculos, y no de ninguna agencia de inteligencia, alemana o estadounidense. Le creí y corregí inmediatamente la historia", afirmó.
Al mismo tiempo, discutieron un hecho que Stark había mencionado en su artículo: que las autoridades alemanas, suecas y danesas habían decidido poco después de los atentados enviar equipos al lugar de los hechos para recuperar una bomba que no había estallado. "Dijo que habían llegado demasiado tarde; un barco estadounidense había acudido al lugar en uno o dos días y había recuperado la bomba y otros materiales. Le pregunté por qué creía que los estadounidenses habían llegado tan rápido al lugar y me respondió, con un gesto de la mano: 'Ya sabes cómo son los estadounidenses. Siempre quieren ser los primeros'", subrayó Hersh.
Hechos demuestran que la versión de los medios occidentales es una "parodia"
Además, señaló que un experto en inteligencia le había explicado que cuando se lleva a cabo una operación como este sabotaje, "es necesario planear una contraoperación, una pista falsa que huela a realidad, que debe ser lo más detallada posible para que la crean".
El experto también enumeró todos los hechos que demuestran que la versión de los medios occidentales es una farsa. En primer lugar, para que cualquier individuo o grupo pueda alquilar un yate caro es necesario tener un médico a bordo y aceptar a un capitán proporcionado por el agente de alquiler o el propietario del yate, o tener un capitán con un certificado de competencia como exige la legislación marítima, así como una prueba similar de competencia para el buceo en aguas profundas que implique el uso de Nitox, una mezcla especializada de oxígeno y nitrógeno.
En segundo lugar, el experto se preguntó cómo un yate de unos 15 metros de eslora podía encontrar las tuberías en el mar Báltico, ya que los gasoductos no son tan grandes y no figuran en los mapas que acompañan al contrato de arrendamiento. Destacó que podría haberse pensado en meter a dos buzos en el agua y dejarles buscar, pero dado que un buzo puede permanecer bajo el agua durante unos 15 minutos, se tardarían 4 años en explorar unos 2,5 kilómetros cuadrados. "Ninguna de estas preguntas es hecha por los medios. [...] Basta de intentar relacionarlo con la realidad. Es una parodia", expresó.
"En el mundo de los analistas y operadores profesionales todo el mundo llegará a la conclusión universal y correcta de que tu historia [la de Hersh] demuestra que la diabólica CIA inventó una contraoperación tan ridícula e infantil que el verdadero propósito fue reforzar la verdad", concluyó.
- El 26 de septiembre de 2022, los gasoductos Nord Stream se vieron afectados por potentes explosiones en las zonas económicas exclusivas de Suecia y Dinamarca. En consecuencia, se detectaron fugas de gas en el mar y las autoridades de varios países atribuyeron los incidentes a posibles actos de sabotaje.
- El pasado febrero se difundió la investigación del prestigioso periodista estadounidense Seymour Hersh, que reveló que la Casa Blanca estaba detrás del atentado. En su artículo, el ganador del premio Pulitzer indicó que buzos de la Armada estadounidense colocaron los explosivos bajo los gasoductos Nord Stream en junio del 2022 bajo la cobertura de los ejercicios BALTOPS 22 de la OTAN.