El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, celebró este miércoles el estratégico acuerdo que permitirá que el Gobierno le compre a la empresa española Iberdrola 13 plantas de generación de energía eléctrica.
"Se portaron bien y hablamos. Tuvimos diferencias muy fuertes (...) nos confrontamos, pero miren la importancia del diálogo cuando está de por medio el interés general", dijo en conferencia de prensa.
La víspera, el mandatario reveló en sus redes sociales que 13 plantas de Iberdrola ahora formarán parte del patrimonio público y serán operadas por la Comisión Federal de Electricidad.
"Es una nueva nacionalización", presumió.
El anuncio sorprendió porque, desde que asumió como presidente, López Obrador criticó de manera recurrente a las empresas españolas, en particular a Iberdrola.
"Ya basta, que se entienda bien, que se escuche fuerte y lejos: México no es tierra de conquista, no van a venir a saquearnos", aseguró en 2020 en referencia a esta compañía.
El año pasado, también acusó esa compañía de maniobrar en contra de la reforma eléctrica, que era uno de los principales proyectos de este Gobierno y que no prosperó en el Congreso.
"Los de Iberdrola están haciendo 'lobby' junto sus socios o cómplices en México", afirmó.
Reconciliación
Este miércoles, López Obrador recordó que, en uno de los episodios de la confrontación, le recriminó a Ignacio Sánchez Galán, presidente global de Iberdrola, que esa empresa hubiese contratado como consejero al expresidente mexicano Felipe Calderón.
"Es una ofensa que una empresa se lleve a un expresidente de México a trabajar como empleado. Es una burla. Galán me contestó que yo era un populista", afirmó.
La tensión llegó a su fin con el video y las fotos que López Obrador publicó el martes junto con Galán y otros directivos de la firma. "Les agradezco por aceptar este acuerdo", dijo en un tono conciliador.
También explicó que apeló a "una nueva nacionalización" porque uno de sus objetivos era que, en 2024, al final de su Gobierno, el 50 % de la generación de energía fuera estatal, pero ahora con este convenio puede llegar al 65 %.
Por otra parte, el presidente aseguró que, gracias a esta compra, no habrá aumentos de luz durante toda su gestión, con lo que cumple una de sus promesas de campaña.
"Eso es lo esencial (...) llevamos a cabo esta compra para fortalecer a la empresa pública, la Comisión Federal de Electricidad, y poder ofrecer la energía eléctrica a precios justos", dijo.
Confió, además, que tampoco habrá aumentos de precios en el gas, las gasolinas ni el diésel.
"Estamos invirtiendo desde que llegamos para rehabilitar refinerías. Compramos una nueva refinería, estamos construyendo dos plantas para convertir combustóleo en gasolinas. El año próximo vamos a ser autosuficientes en producción de gasolinas", prometió.
López Obrador afirmó que su política energética ha sido opuesta por completo a la de los presidentes que lo antecedieron.
"En más de 40 años no se construyó una refinería. Fueron un desastre estos tecnócratas corruptos. Agotaron yacimientos petroleros, privatizaron parte de industria petrolera con la mentira de que iba a llegar a raudales inversión extranjera, que iban a bajar precios nada de eso sucedió, engañaron al pueblo", denunció.