El alcalde de la ciudad ucraniana de Lvov, Andréi Sadovói, declaró este jueves que la Iglesia ortodoxa canónica del Patriarcado de Moscú dejó de existir en la urbe.
"En estos dos días hemos terminado la historia del Patriarcado de Moscú en nuestra ciudad", escribió Sadovói en su canal de Telegram.
En ese contexto, señaló que una iglesia de madera que las autoridades calificaron de construcción ilegal fue demolida, detallando que los edificios de varias otras iglesias de la ciudad serán entregados a la Iglesia ortodoxa de Ucrania (PTsU), promovida por Kiev, u otras organizaciones. Además, una parroquia de la Iglesia canónica ucraniana suspendió sus servicios religiosos después de que la dueña del edificio rescindiera el contrato de arrendamiento.
Este miércoles, un grupo de hasta 50 personas invadió el territorio de la catedral de San Jorge, en Lvov, e interrumpió la liturgia, además de bloquear las entradas. Posteriormente se inició una reunión sobre la transición de la parroquia del templo a la Iglesia ortodoxa de Ucrania. Sin embargo, según la iglesia canónica, la parroquia de la catedral no tomó ninguna decisión de unirse a la PTsU.
En este sentido el vicario local, Iakov Drogobychski, informó que la diócesis de Lvov de la UPTs impugnará todo lo ocurrido ante los tribunales.
Los hechos tienen lugar mientras continúa la persecución masiva por parte de las autoridades ucranianas contra la Iglesia ortodoxa canónica del país, en el centro de la cual se encuentra el Monasterio de las Cuevas de Kiev. A finales de marzo, las autoridades ucranianas solicitaron que los monjes abandonaran el lugar, pero los clérigos se negaron a hacerlo. Por su parte, el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, declaró este martes que Kiev controla la situación respecto a "la independencia espiritual" en el país.