VIDEOS: Miles de manifestantes vuelven a las calles israelíes para protestar contra la reforma judicial

Aunque las autoridades decidieron aplazar la aprobación de la reforma, los manifestantes presionan para que se derogue por completo.

Miles de personas han salido este sábado a las calles de la capital israelí y el resto del país por decimocuarta semana consecutiva para marchar contra la reforma judicial del gobierno de Benjamín Netanyahu.

De acuerdo con medios locales, la Policía ha cerrado las principales vías del centro de Tel Aviv por motivos de seguridad, tras los atentados mortales ocurridos en la capital el día anterior. Al mismo tiempo, se esperan decenas de miles de personas en la protesta principal, en la calle Kaplan. Por su parte, la Policía anunció el despliegue de miles de agentes, instando a los manifestantes a no bloquear carreteras ni interferir en el trabajo policial.

A pesar de que a finales de marzo las autoridades decidieron aplazar la aprobación de la reforma hasta finales de julio, los manifestantes presionan para que se derogue por completo.

"El Gobierno de Israel está fracasando en todos los ámbitos. En lugar de derogar la legislación [de revisión judicial] y centrarse en la seguridad, sus principales ministros están diciendo al público que continuarán con sus esfuerzos para convertir a Israel en una dictadura", declararon los organizadores de la protesta en un comunicado.

Cabe destacar que, aunque los grupos de reservistas militares israelíes han desempeñado un papel clave en las protestas anteriores, amenazando con abandonar el servicio de reserva si la reforma sigue adelante, ahora han decidido suspender sus amenazas. "Continuaremos nuestra protesta contra la dictadura como si no hubiera guerra contra el terrorismo y seguiremos presentándonos al servicio de reserva y apoyando a las Fuerzas de Defensa de Israel y a las fuerzas de seguridad como si no hubiera guerra contra la dictadura", afirmaron.

Las manifestaciones se producen en rechazo a la reforma propuesta en enero por la coalición nacionalista-religiosa de Netanyahu. El proyecto incluye otorgar al Gobierno una influencia decisiva en la selección de jueces y limita el alcance de la Corte Suprema para derogar leyes o fallar en contra del Ejecutivo.

Los críticos consideran que debilitaría, en gran medida, la independencia judicial, dado que Israel no tiene constitución, sino solo una comisión del Parlamento controlada por la coalición.