La Unión Europea (UE) tendrá que devolver a Rusia las reservas congeladas cuando acabe el conflicto en Ucrania, según el diario alemán Die Welt, que cita un documento de la Comisión Europea que contiene esta conclusión "aleccionadora".
Sin embargo, el bloque comunitario estudia vías para sacar provecho de estos fondos con la vista puesta en la reconstrucción de Ucrania. Uno de los escenarios incluye la inversión de los activos congelados del Banco Central ruso en bonos estatales europeos con un rendimiento anual del 2,6 %.
El brazo ejecutivo de Bruselas considera que se trataría de una medida "excepcional" que ve posible desde un punto de vista jurídico, teniendo en cuenta supuestas "graves violaciones" del derecho internacional por parte de Moscú. En cuanto a los riesgos de perder el dinero, la Comisión Europea estima que son "muy bajos". En este sentido, pronostica que en el peor de todos los escenarios, si fracasa el plan de inversión en bonos, se perderían unos 4.000 millones de euros, recoge Die Welt.
Obstáculos legales para la confiscación
Tras el inicio del operativo militar en Ucrania, los activos rusos fueron congelados también en el Reino Unido y en EE.UU. Se estima que el monto total de los fondos congelados del Banco Central ruso es de más de 300.000 millones de dólares.
A mediados de marzo, el secretario de Estado para Asuntos Exteriores del Reino Unido, James Cleverly, reconoció que hay obstáculos que dificultan la posibilidad de confiscar los activos rusos. "El hecho es que antes hubo conflictos en todo el mundo y hubo perpetradores, pero nunca se ha registrado una incautación de activos. Tenemos que cerciorarnos de que cumplimos con leyes tanto domésticas como internacionales", dijo Cleverly en una sesión del Parlamento.
Mientras, EE.UU. tampoco se apresura a apostar por esta medida. Ya en febrero, tras su visita a Kiev, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, señaló que hay "desafíos legales" para poder confiscar los activos. Se argumenta que el decomiso socavaría la fe en el dólar, que sigue siendo la divisa más usada en el comercio global. Además, otros países se mostrarían más reticentes a la hora de mantener sus activos en bancos estadounidenses o hacer inversiones, recoge The New York Times.
Desde Rusia se ha criticado en reiteradas ocasiones la idea de la confiscación de sus activos por Occidente. Por su parte, el presidente ruso, Vladímir Putin, insistió en que Moscú busca aumentar el uso de monedas nacionales en el intercambio comercial con otros países, al tiempo que apostará por el yuan chino y otras divisas que son fiables.