Corea del Norte afirma que probó un nuevo misil balístico
Corea del Norte ha comunicado que probó este jueves un nuevo misil balístico intercontinental Hwasong-18, un desarrollo que podría cambiar la disuasión estratégica y la capacidad de contraataque nuclear del país, informa la agencia estatal norcoreana KCNA.
On April 13, 2023, a new-type ICBM, Hwasongpho-18, which will fulfill its mission of an important war deterrent as the future core pivotal means of the strategic force of the DPRK, was test-fired. pic.twitter.com/zP4y8jAv3N
— paramasivam (@Parama_Coreafan) April 14, 2023
La agencia señaló que el misil cayó "de forma segura" en el mar y que la prueba "no tuvo ningún impacto negativo en la seguridad de los países vecinos". Calificó el Hwasong-18 como "el pilar básico más potente" para defender Corea del Norte, "disuadir la agresión" y "salvaguardar la seguridad del país".
El lanzamiento fue supervisado por el líder norcoreano, Kim Jong-un, quien se mostró "contento" con los resultados de la prueba y afirmó que el desarrollo del Hwasong-18 "reorganizará significativamente los componentes de la fuerza de disuasión estratégica" del país.
The aim of the test-fire was to confirm the performance of the high-thrust solid-fuel engines for multi-stage missiles and the reliability of the stage-jettisoning technology and various functional control systems and to estimate the military feasibility of the new ICBM. pic.twitter.com/TpPY9mupfO
— paramasivam (@Parama_Coreafan) April 14, 2023
Asimismo, lanzó una advertencia a sus "enemigos" diciendo que Pionyang hará que "sufran ansiedad y miedo extremos" aplicando respuestas agresivas hasta que "abandonen el pensamiento inútil y el comportamiento imprudente".
"Haremos que enfrenten una amenaza insuperable y que se arrepientan de sus decisiones equivocadas y caigan en la desesperación", aseveró.
El lanzamiento llevó a Japón a emitir una alerta, en la que se pedía a los residentes de la prefectura de Hokkaido buscar refugio. Poco después la advertencia fue desactivada al comprobarse que el misil no caería en territorio nipón. Ante esa amenaza, Tokio formuló una protesta por la vía diplomática ante el Gobierno norcoreano.