Intercambios comerciales en monedas propias, infraestructura, innovación y tecnología, o defensa del medio ambiente. Varios ministros del Gobierno de Brasil comentaron desde Pekín los beneficios acuerdos sellados por Luiz Inácio Lula da Silva tras su reunión este viernes con su homólogo chino, Xi Jinping.
En una rueda de prensa en la Embajada de Brasil, el ministro de Hacienda de Brasil, Fernando Haddad, confirmó que se estudia la posibilidad de realizar transacciones comerciales en monedas locales.
"La idea de realizar intercambios comerciales en monedas propias, sin recurrir a monedas de terceros, es algo que está en la mesa de negociación desde hace mucho tiempo, entre los BRICS [bloque creado por Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica], en el ámbito del Mercosur", afirmó.
Haddad dijo que Lula restableció esta agenda y pidió "analizar el tema y profundizar sobre las posibilidades de intercambio en moneda local".
Las declaraciones del ministro se producen después de que el jueves, el mandatario criticase desde Shanghái el uso generalizado del dólar.
"Necesitamos una moneda que transforme a los países en una situación más pacífica, porque en la actualidad hay que correr detrás del dólar para exportar", defendió durante la ceremonia de toma de posesión de Dilma Rousseff como presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo (NDB) del BRICS.
Haddad también negó que exista malestar por parte de Washington por el viaje de Lula a China. El ministro subrayó que el Gobierno brasileño "no tiene intención de alejarse de ningún socio comercial, sobre todo de la calidad de EE.UU.".
"Estamos haciendo un esfuerzo por acercarnos, queremos inversión estadounidense en Brasil. De hecho, estamos casi viviendo un momento de desinversión, ya que algunas empresas estadounidenses dejaron de operar en Brasil en el anterior gobierno. Queremos restablecer las mejores relaciones", comentó.
Inversión china en Brasil
En la misma rueda de prensa, Aloizio Mercadante, presidente del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil, anunció que el Banco de Desarrollo de China (CDB) le otorgará un préstamo de 6.500 millones de reales (equivalentes a 1,3 millones de dólares).
Mercadante especificó que se transferirán 4.000 millones de reales (equivalentes a más de 807 millones dólares), en un plazo de 10 años, para financiar proyectos de infraestructura, energía limpia, digitalización de empresas e industrialización, innovación y ciencia y tecnología.
La segunda operación consistirá en un monto de 2.500 millones de reales (unos 504 millones de dólares), en un plazo de tres años, destinado a los mismos proyectos.
Cooperación en medio ambiente
Por su parte, la ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático, Marina Silva, detalló que China mantendrá una "amplia cooperación" en la protección de los bosques, la transición energética y el enfrentamiento de acciones ilegales.
Silva también añadió que ambos países colaborarán para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), incluida la erradicación de la pobreza y el hambre.
Lula y Xi destacaron durante su encuentro que el cambio climático representa uno "de los mayores desafíos".
"Contamos con China en nuestra lucha por preservar el planeta Tierra, defendiendo una política climática más saludable, donde las personas puedan respirar aire más limpio y beber agua más limpia. Para ello, una transición energética es sumamente importante para que podamos producir energía más limpia, especialmente eólica, solar, biomasa", aseveró Lula.
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