Miles de checos salieron este domingo a las calles de Praga para exigir la dimisión del Gobierno, al que acusan de no haber podido manejar adecuadamente la inflación y la crisis energética en el país, informan medios locales.
La protesta, denominada "República Checa contra la pobreza", fue organizada por el partido político no parlamentario PRO, que también arremetió contra el actual primer ministro de la nación, Petr Fiala, por suprimir la libertad de expresión. Además, exigieron a las autoridades que impulsen la paz en en la situación ucraniana, en lugar de "involucrar gradualmente al Estado checo en el conflicto bélico".
Los manifestantes que se congregaron en la plaza central de la capital tenían pancartas con inscripciones como "Fuera la OTAN", "No a la guerra" o "Gobierno y medios de comunicación mentirosos", recogen la prensa checa.
Entre otros reclamos, el líder del PRO, Jindrich Rajchl, se opuso a la intención de las autoridades de aprobar la ley del voto por correo, algo que el político considera inconstitucional.
Protesta "sin violencia"
Al comienzo de la manifestación, Rajchl anunció desde un escenario que los activistas "querían derrocar al Gobierno de coalición sin violencia". Posteriormente, varios oradores subieron a la tribuna a lo largo del acto para ofrecer sus discursos.
Según reportan los medios, las fuerzas del orden supervisaron constantemente el desarrollo pacífico de todo el evento, que duró unas dos horas y concluyó frente a la sede del Gobierno. Sin embargo, en la etapa final del acto, el ambiente comenzó a tensionarse y tuvieron que intervenir los agentes policiales.
En el transcurso de la manifestación, la Policía realizó al menos una detención. La persona arrestada presuntamente arrojó una lata a un grupo que se oponía a los manifestantes.
La manifestación del pasado marzo
La protesta del 16 de abril ha sido parecida a la que se celebró en la capital checa el pasado marzo, cuando miles de ciudadanos protestaron, entre otras cosas, contra la ayuda militar a Ucrania, mientras la república se había visto afectada por el aumento de la inflación y los elevados precios de la energía, llevando a las familias a recortar sus presupuestos.
En ese entonces, Rajchl declaró que los participantes en la protesta quieren que el "Gobierno cuide en primer lugar de los intereses de los ciudadanos checos".