El consumo de metanfetaminas en México va al alza y ya supera el alcohol
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de México, Hugo López-Gatell, informó este martes que el consumo de las metanfetaminas se ha ido incrementando en el país, hasta alcanzar el primer lugar como "droga de alto impacto", superando al alcohol.
"Las metanfetaminas, a lo largo de años recientes, empezaron a ocupar el principal lugar como droga de alto impacto entre las distintas drogas, hoy superando incluso al alcohol", dijo López-Gatell en el marco de la conferencia del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Hoy en la sección “Adicciones y salud colectiva” durante la #ConferenciaMatutina, @HLGatell informó que las #Metanfetaminas son estimulantes sintéticos sumamente adictivos que afectan el cerebro y la salud en general. pic.twitter.com/usGXUq3SZ0
— SALUD México (@SSalud_mx) April 18, 2023
Desde el Palacio Nacional de Ciudad de México, el funcionario señaló que a pesar de que originalmente la demanda de dicha droga se focalizaba en Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa, Nayarit y Durango, desde 2013 se ha ido desplazando a lo largo del territorio nacional.
Asimismo, el subsecretario apuntó que la mitad de las personas que consumen metanfetaminas en México probaron esta sustancia entre los 18 y los 25 años. "Claramente es un problema en donde hay una grave vulnerabilidad en la juventud, en la adultez temprana", dijo.
Estimulante sintético
Las metanfetaminas, explicó López-Gatell, son estimulantes sintéticos del sistema nervioso que derivan de las anfetaminas, las cuales se indicaban en tratamientos para diversos problemas de salud como la falta de concentración o la pérdida de peso.
Algunos nombres con los que se le conoce en México son: cristal, crico, azul, hielo, anfeta, meta, 'ice' o 'speed'.
Sobre los efectos que provoca su consumo, apuntó el funcionario, pueden ser la disminución del apetito y del sueño; el aceleramiento de la respiración y la frecuencia cardíaca; la sensación de euforia; la afectación de la memoria; y la dificultad para regular la temperatura corporal.
A largo plazo causa pérdida de peso, fatiga, problemas dentales, ansiedad, depresión, psicosis, complicaciones del corazón, aumenta la violencia y puede llevar a la muerte.