El secretario de Hacienda de México, Rogelio Ramírez de la O, reveló este miércoles que el Gobierno pagará 5.943 millones de dólares por la compra de 13 plantas de energía que la empresa española Iberdrola opera en el país.
Gracias a esa adquisición, dijo, la estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) va a operar el 55 % de la generación eléctrica del país.
"El costo de la compra son 5.943 millones de dólares, que equivalen a 696.000 dólares por megawatt, representa un descuento con transaciones comparables", afirmó el funcionario durante la conferencia de prensa del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ramírez de la O fue convocado a Palacio Nacional ante la insistencia de la prensa en conocer detalles del acuerdo con Iberdrola que López Obrador anunció a principios de abril.
"Es una nueva nacionalización", presumió en ese momento el mandatario, al dar a conocer un acuerdo que sorprendió debido a la tensa relación que había mantenido con Iberdrola desde que comenzó su Gobierno.
"Se portaron bien y hablamos. Tuvimos diferencias muy fuertes (...) nos confrontamos, pero miren la importancia del diálogo cuando está de por medio el interés general", afirmó.
Sin riesgo
Este miércoles, el secretario de Hacienda explicó que el memorándum de entendimiento con Iberdrola establece que, a partir del 1 de enero de 2024, todo el flujo de ingreso de las plantas se acumulará en favor del Estado.
"El vendedor recibirá una tasa de interés anual de 3,6 % por esos flujos en tanto no se cierre la compra, o sea, que tenemos un incentivo para cerrar la compra con rapidez", dijo al revelar que la operación se pagará en su totalidad en un plazo de 10 años.
Precisó que la Secretaría de Hacienda le aportará al estatal Fondo Nacional de Infrastructura (Fonadin) los recursos para que realice el 51 % de aportes del capital.
"El financiamiento está más que asegurado por parte nuestra. El mercado, aun sin conocer detalles, está (interesado), los bancos grandes han venido a ofrecer financiamiento porque saben que es una operación bastante atractiiva para ellos", aseguró.
El secretario señaló que ni siquiera hay riesgo alguno en el supuesto de que el Gobierno tuviera que adquirir deuda para concretar la operación.
"Tendríamos todavía mucho margen", explicó al recordar que en los primeros cinco años de Gobierno de López Obrador la deuda solo ha aumentado un 5,0 % con respecto al Producto Interno Bruto (PIB).
Este indicador, dijo, contrasta con lo ocurrido durante el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012), cuando la deuda aumento en un 7,7 % con respecto al PIB, en tanto que con Enrique Peña Nieto (2012-2018) se disparó hasta el 8,5 %.