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Corea del Norte al G7: "Nuestro estatus nuclear es irreversible, no importa que no lo reconozcan por 100 o 1.000 años"
Si el G7 intenta "atentar contra la soberanía y los intereses fundamentales de la RPDC, será completamente disuadido por una fuerte contrarreación", advirtió la canciller norcoreana.
El estatus nuclear de la República Popular Democrática de Corea (RPDC) es "definitivo e irreversible", declaró este viernes la ministra de Exteriores norcoreana, Choe Son-hui, citada por KCNA.
Así comentó la declaración conjunta de los cancilleres del Grupo de los Siete (G7), compuesto por EE.UU., Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Canadá e Italia, en la cual condenaron "el número sin precedentes de lanzamientos ilegales de misiles balísticos por parte de Corea del Norte", junto con su "retórica cada vez más desestabilizadora respecto al uso de armas nucleares", que "socava la estabilidad regional y representa una amenaza grave a la paz y seguridad internacional".
"El G7 no tiene el derecho ni la calificación de hablar sobre el ejercicio de la soberanía y el estatus nacional de la RPDC", afirmó Choe, quien calificó el estatus nuclear de Pionyang como una "realidad innegable y fuerte", "sin importar que EE.UU. y Occidente no la reconozcan durante cien o mil años".
"Las medidas tomadas hasta la fecha por la RPDC para fortalecer sus capacidades militares de autodefensa son justas para disuadir la amenaza del ambiente de seguridad inestable causado por las acciones militares imprudentes y provocativas de EE.UU. y sus aliados, defender la soberanía e integridad territorial del país y controlar de modo estable la situación regional en la península de Corea", agregó.
Según la canciller, el estatus nuclear de Pionyang no contradice al Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), como sostienen los países del G7. "La RPDC es libre de cualesquiera obligaciones del TNP, porque se retiró legalmente del tratado hace 20 años de conformidad con los procedimientos de retirada estipulados en el 10.º artículo del TNP", afirmó.
Choe también manifestó que el G7 es un "grupo cerrado de un puñado de países egoístas" que "no representa a la comunidad internacional justa, pero sirve de herramienta política para garantizar la hegemonía de EE.UU.". Añadió que si el G7 "muestra algún intento de comportamiento destinado a atentar contra la soberanía y los intereses fundamentales de la RPDC, será completamente disuadido por una fuerte contrarreación".
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