Este domingo han surgido imágenes de la salida de varios presos de la cárcel de Kobar, en la capital sudanesa de Jartum, luego de una serie de enfrentamientos en sus inmediaciones entre el Ejército sudanés y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés).
El presidio alberga al presidente depuesto de la nación africana, Omar al-Bashir, y a varios miembros de su antigua administración, entre otros exfuncionarios. Si bien muchos internos abandonaron las instalaciones, los reos políticos continúan bajo custodia, confirmaron fuentes del canal de televisión Al-Arabiya.
Las acciones tuvieron lugar poco después de que varias cárceles de Jartum fueran objeto de ataques. En la noche de este sábado, algunos reclusos de Soba, al sur de la capital, se dieron a la fuga tras la incursión de miembros de las RSF. En el establecimiento penitenciario de Al-Huda, de esa misma ciudad, ocurrieron hechos similares esta semana.
Este sábado, Al-Arabiy, citando al periódico Al-Sudani, informó de la muerte de cinco reclusos en Kober tras ser alcanzados por "proyectiles" dentro de la propia institución. Anteriormente, el diario había informado que el martes esta prisión enfrentó una ofensiva de las RSF, que presuntamente tenía como fin la liberación de "los líderes del antiguo régimen".
A mediados de este mes, en Jartum y otras ciudades cercanas, empezó una serie de enfrentamientos armados entre el Ejército y el RSF. El conflicto entre ambas partes se intensificó a raíz de una serie de desencuentros relativos a cuestiones de seguridad y de la reforma militar. Según recientes datos de la Organización Mundial de la Salud, desde el inicio del conflicto, 413 personas murieron, entre ellos 9 niños, y 3.551 resultaron heridas.