El portavoz presidencial ruso, Dmitri Peskov, afirmó este martes en declaraciones a la prensa que existe la posibilidad de que no se prorrogue el acuerdo de granos del mar Negro, ya que las condiciones de Moscú todavía no se han cumplido.
"Los términos que nos preocupaban nunca se han aplicado. Por lo tanto, las circunstancias aún no son favorables a este acuerdo. Seguiremos vigilando", declaró.
Exigencias de Rusia
El acuerdo sobre el transporte de granos alcanzado en julio pasado entre Rusia y Ucrania con mediación de la ONU y Turquía consta de dos partes: una es la creación de corredores humanitarios para la exportación de los cereales de Ucrania y otra tiene como objetivo eliminar los obstáculos a la exportación de productos agrícolas rusos, un punto que no se ha cumplido.
Las exigencias de Moscú son las siguientes:
- conexión al sistema SWIFT del banco Rosseljozbank,
- reanudación de las entregas de maquinaria agrícola a Rusia,
- levantamiento de las restricciones de seguro y acceso a los puertos para los cargueros rusos,
- reanudación del funcionamiento del oleoducto de amoníaco Toliatti-Odesa,
- desbloqueo de las cuentas y actividades financieras de las empresas rusas de fertilizantes.
Mientras, desde la ONU ya afirman que ambas partes del pacto deben cumplirse. El secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, afirmó que los acuerdos "son convincentes de la importancia de la cooperación multilateral facilitada por la ONU" y "demuestran claramente que este tipo de cooperación es esencial para crear una mayor seguridad y prosperidad para todos". "Insto a su implementación continua", agregó.
Aliviar la crisis alimentaria
Uno de los objetivos principales del acuerdo fue aliviar la crisis alimentaria mundial, el hambre que viven países pobres y problemas económicos. Sin embargo, aunque se prometía que los alimentos llegarían a los Estados más necesitados, de 29 millones de toneladas de grano exportadas, únicamente el 2,4 % llegó al sur del Sáhara.
Así, más del 50 % del grano exportado fue a países de Europa y Asia Central, lo que provocó la caída de precios de los cereales locales. Como consecuencia, varios países prohibieron la importación del grano de Ucrania.
Asimismo, desde el Ministerio de Defensa de Rusia denuncian que las Fuerzas Armadas de Ucrania están atacando puertos y están usando los corredores humanitarios para el combate cuando deberían utilizarse para enviar granos.
En este contexto, el analista internacional Aníbal González sostiene que no es buena estrategia culpar a Rusia de la crisis alimentaria, ya que el 90 % de las cargas van a Europa, donde no hay hambre. Mientras, a Occidente no le conviene la ayuda de Rusia a África, ya que la región en su mayoría apoya a Moscú, según el experto.
- Rusia suspendió su participación en el pacto sobre el transporte de grano desde los puertos ucranianos a finales de octubre pasado, tras un ataque lanzado por Kiev contra buques militares y barcos civiles rusos en la bahía de Sebastopol (Crimea).
- Sin embargo, a inicios de noviembre Moscú reanudó la implementación de dicho acuerdo, luego de que la diplomacia turca consiguiera las garantías necesarias por parte de Ucrania.