Un tribunal de Teherán condenó este miércoles a varias instituciones y funcionarios del Gobierno de Estados Unidos, entre ellos el expresidente Barack Obama, a pagar casi 313 millones de dólares por concepto de daños materiales, morales y punitivos a las familias de las víctimas de ataques perpetrados en Irán en 2017 por el grupo terrorista Estado Islámico (EI), informan medios locales.
Entre los acusados figuran también el exmandatario de EE.UU. George W. Bush, el exjefe del Comando Central Tommy Franks, la Agencia Central de Inteligencia, el Departamento del Tesoro, el fabricante de armamento Lockheed Martin y la aerolínea American Airlines Group.
El 7 de junio de 2017, el edificio del Parlamento iraní y el mausoleo del ayatolá Ruhollah Jomeini fueron blanco de dos atentados terroristas simultáneos del EI, que dejaron 17 civiles muertos y 43 heridos, recoge IRNA.
En cuanto a sus motivos para culpar a Washington de la tragedia, la parte iraní citó varios comentarios de funcionarios estadounidenses sobre el papel "fundamental" de su país en la "creación y dirección de grupos terroristas", así como noticias e informaciones publicadas en medios de comunicación de la nación norteamericana.
La Justicia de Irán afirmó que la sentencia tiene como objetivo "impedir nuevas violaciones del derecho internacional por parte de Estados Unidos, incluido su apoyo al grupo terrorista Estado Islámico".
El tribunal también reconoció que el veredicto responde a las numerosas órdenes dictadas por tribunales estadounidenses que culpaban a la República Islámica de atentados "terroristas" y condenaban al Gobierno iraní al pago de indemnizaciones o daños punitivos, violando su inmunidad.
De acuerdo con la decisión judicial, se fijaron 9,95 millones de dólares por daños materiales, 104 millones por daños morales y 199 millones por daños punitivos.