El Ayuntamiento de Girona (Cataluña, España) ha iniciado este miércoles trabajos de pesca eléctrica en el río Onyar para retirar a los peces y evitar que mueran a causa de la sequía que golpea la zona desde hace meses, recogen medios locales.
Está técnica se realiza con aparatos que generan un campo eléctrico en el agua que ocupa una superficie máxima de cinco metros cuadrados y permite aturdir a los animales para hacer más fácil su retirada y traslado a otro lugar.
"Es un plan de salvamiento convencional", dijo Quim Pou, director de la empresa Sorelló, encargada de la operación. "Usamos la pesca eléctrica porque es la más útil para retirar los peces ante la reducción del caudal y la mala calidad del agua ahora mismo", explicó.
Según los reportes, los peces serán reubicados en el Ter, uno de los cuatro ríos que atraviesan la ciudad y que goza de un caudal un poco más generoso. Los animales son clasificados entre exóticos y autóctonos. Los exóticos se ponen en cajas secas y serán sacrificados, mientras que los autóctonos se colocan en recipientes con agua para ser trasladados.
Las carpas, una de las especies que pueblan el río desde hace décadas y forman parte del relato de la ciudad como si fueran "locales", serán sacrificadas, ya que se consideran como especie exótica invasora.
Se espera se realicen dos operaciones similares a finales de mayo y junio por si han llegado otros peces desde aguas arriba.
No es la primera vez que se llevan a cabo procedimientos de este tipo. Hace unas semanas, se vivió un escenario similar en el pantano de Sau, en la misma provincia. Mientras tanto, varios grupos de pescadores han reaccionado de manera negativa a la iniciativa, preguntando, incluso, dónde están los ecologistas.